Pla, contra el bla bla bla
El cantautor catalán, Fermín Muguruza y ‘Refree’ ironizan sobre las guerras pacificadoras y los levantamientos populares programados
Guerras puestas en primer plano y guerras fuera de foco, como la del Yemen, donde los bombardeos de Arabia Saudí y sus coaligados están diezmando la población civil, infancia incluida, sin cámaras que lo muestren. Bandos cuyas acciones son fiscalizadas y bandos a los que la bondad se les supone, primaveras que agostan Oriente Medio, revoluciones de colores, teñidas al cabo de rojo… Albert Pla, Fermín Muguruza y Raúl Fernández, Refree, ironizan sobre las guerras pacificadoras, las intervenciones hipotéticamente humanitarias, los levantamientos populares programados, los conciertos solidarios para apaciguar conciencias y el negocio que anda detrás de todo eso, en Guerra, musical que poco tiene que ver con los de la Gran Vía.
Pla, Pepe Miravete, director de escena, y Raúl Fernández, Refree, autor de las canciones, observan el mundo contemporáneo desde una óptica orwelliana, ponen en evidencia la doblez de la dialéctica intervencionista y llevan a término un espectáculo afortunado, aunque su último tramo debería afinarse dramatúrgicamente o acortarse. Pla es un intérprete inspirado siempre, especialmente en la canción misiva enviada a mamá y en esa ranchera donde, cual Galy Gay contemporáneo en tierra hostil, evoca a su amor, mientras brotan flores por doquier en el magnífico audiovisual de apariencia interactiva creado por Carles Mora y Mariona Omedes. Espléndidos también, los dos agones entre el vigoroso Muguruza y Pla, que saca fuerzas de fragilidad para oponérsele con garantías. Guerra es teatro, pero tiene público de concierto, que aplaude a Muguruza nada más pisar la escena y lo jalea en ocasiones fervorosamente.