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Rafael Chirbes sube al escenario con ‘En la orilla’

El director y actor Adolfo Fernández adapta la novela con César Sarachu como protagonista

Gregorio Belinchón
Rafael Chirbes, en la estación del Norte de Valencia en febrero de 2013.
Rafael Chirbes, en la estación del Norte de Valencia en febrero de 2013.JESÚS CISCAR

En las primeras líneas de En la orilla ya estalla Rafael Chirbes en todo su esplendor: carroña, cierre de un negocio, el marjal y Misent. “Buscaba una obra que nos definiera, que enseñara la locura económica que estaba viviendo España. Leí la novela nada más publicarse y entendí que mostraba que la culpa no es de los otros, que todo un país se había infantilizado”, cuenta el actor y director teatral Adolfo Fernández. Fue antes de que el libro ganara el Nacional de Narrativa, el Premio de la Crítica y los parabienes de los suplementos literarios.

“En la novela están todos esos constructores que han tocado una pizca de celebridad porque el equipo de fútbol de su pueblo lleva el nombre de su empresa en la camiseta, porque la gente se les acerca a pedir trabajo, esos que lucían rolex y coche nuevo hasta su bancarrota, y que en su interior no albergan nada, salvo el vacío”, recuerda Fernández. Un material que fascina al actor, quien con su compañía K Producciones ha montado obras como Ejecución hipotecaria, Naturaleza muerta en una cuneta o 19:30, diversas visiones de la España actual. Ahora gira con La flaqueza del bolchevique.

Un escritor sin libreto

Tras comprar los derechos de En la orilla y escribir las primeras versiones del libreto, Adolfo Fernández conoció a Rafael Chirbes en un taller literario en Menorca. "Él no quiso involucrarse. Como con Crematorio en televisión, decidió que la novela era otra cosa. En Menorca incluso algún día llevé a los encuentros el libreto... y nunca lo abrí ni leí nada en alto. Miraba a Chirbes y sabía que no debía hacerlo", comenta entre risas. "Nunca me dio por tanto la aprobación porque nunca leyó el texto. Pero nos caímos fantásticamente. Tuvimos incluso una escapada nocturna de copas y confesiones. Sí es cierto que ya estaba preocupado por un cuerpo que le enviaba mensajes de enfermedad". Fernández incluso se acercó la semana pasada a la casa de Chirbes, "a oír ladrar a sus perros".

En 2013 el director negoció los derechos de adaptación con la editorial Anagrama de un libro con todos los tormentos mediterráneos con los que el valenciano Chirbes (Tavernes de la Valldigna, 1949-2015) ilustró la miseria moral española, una novela casi inadaptable al teatro. Casi. “Es compleja, cierto. Los viejos amigos tiene una troncalidad más sencilla. Chirbes decía que con En la orilla se dejó llevar, que construyó el disparate, que no quería mantener una estructura que le impidiera llegar a los lugares más insospechados. Como autor, no se consideraba un literato... Eso me dijo: que escribía con el inconsciente. Ángel Solo y yo hemos estado un año trabajando en la adaptación, hemos redactado hasta ocho versiones para lograr esa estructura. La encontramos al crear una sociedad gastronómica donde se celebra un homenaje”, cuenta el director.

La muerte como bucle

En el grupo de invitados se intuye que alguien va a dar una sorpresa al resto de los amigos, a los que ha invitado a todo ese día. Fernández lo describe: “Primero con una jornada matinal de caza en el marjal, un gran escenario donde ya en la Guerra Civil los falangistas lanzaban a quienes habían fusilado. Después vemos cómo despluman los patos cazados, almuerzan, siguen con la sobremesa y hay un final de copas y drogas que crearán ese estado de febrilidad que les empujará a las confesiones. Paralelamente, habrá escenas anacrónicas que aportan información: en la serrería, en la ducha con el padre inválido, en la sucursal bancaria. Como la novela, acabamos con un final trágico en un bucle anunciado al inicio”. K Producciones coproduce la obra con el Centro Dramático Nacional y la compañía valencina La Pavana, cuyo director Rafael Calatayud será otro de los actores. Se estrenará en Alicante en febrero de 2017 y llegará al CDN en mayo. “Nos ha costado mucho levantar la producción. Cogida la carrerilla, hemos logrado apoyos”.

Adolfo Fernández y Sonia Almarcha.
Adolfo Fernández y Sonia Almarcha.Samuel Sánchez

"Hemos sido muy respetuosos con su literatura, impecables con sus ideas y hemos mantenido su tono literario elevado. Y hemos añadido frases de actualidad, como ‘Coges el 3% y banquete de putas', que la acercan al público y a la actualidad”. Fernández dirige y también interpreta (la obra contará con siete actores que se desdoblarán en más personajes), junto a los ya confirmados Calatayud, Sonia Almarcha y César Sarachu, que dará vida al protagonista, Esteban. Sarachu, conocido en España por su faceta cómica y en el resto de Europa por su lado dramático, es amigo del director: “Trabajé con César hace 30 años y desde aquel momento le tenía ganas. Posee el físico necesario de Esteban, reflejo de toda esa amargura en la que está hundido”. Parte de una procesión de perdedores y ruines morales, “constructores que han perdido a sus familias tras años en los prostíbulos de las carreteras… No son ideólogos formados, sino gente arruinada por sí misma”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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