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El retorno de la hija pródiga

La Kunsthaus de Zúrich presenta la mayor retrospectiva de la videoartista Pipilotti Rist

Videoinstalación 'Worry Will Vanish Horizon' (2014).
Videoinstalación 'Worry Will Vanish Horizon' (2014).

La cola daba la vuelta a la esquina a pesar de la irritante llovizna helada, pero aun así los suizos acudieron en masa a la llamada de Pipilotti Rist, la más brillante estrella que ha dado Suiza al arte de nuestros días. La creadora, nacida en Crabs en 1962, es el centro de uno de los platos fuertes de la temporada con esta imponente retrospectiva que le dedica el Kunsthaus, la primera en solitario y de tal envergadura en más de una década. Aunque en 2012 el Kunstmuseum de ST. Gallen le dedicó un homenaje con motivo de su 50º cumpleaños. De hecho, a pesar de ser el mayor producto for export de la creación actual helvética, Rist no se prodiga demasiado en su propio país.

La muestra del Kunsthaus de Zúrich tiene un título que también se las trae. Nada menos que: Tu saliva es mi traje de buceo en el Océano del Dolor, frase extraída de una canción escrita por la propia Rist con la colaboración de Anders Guggisberg. La carismática artista suiza propone al visitante tres sectores claramente diferenciados con obras que van desde trabajos históricos creados en 1986 hasta obras específicamente concebidas para esta muestra. Aunque el museo aclara que la exposición no es una retrospectiva en sentido estricto, sino que está concebida como “una megainstalación unificada que propone interconexiones inesperadas entre diferentes trabajos”.

En la entrada una inmensa sala en penumbras muestra una serie de cortinas-pantallas diseminadas que presentan la instalación video Administrating Eternity, a la que siguen algunas de sus piezas históricas de los años ochenta. El espacio central recrea una suerte de casa (con habitación infantil y cama deshecha incluida) en la que diversos muebles, videoesculturas insertadas en conchas marinas y objetos diversos invitan al observador a participar (las proyecciones inundan nuestras ropas en colores) mientras los visitantes pasan por debajo de Cape Cod Chandelier, inmensa lámpara creada a partir de la ropa interior de amigos y familiares de la artista.

Instalación 'Pixel Forest' (2016).
Instalación 'Pixel Forest' (2016).

Finalmente, tras una estrecha puerta se encuentra el sector estrella de la muestra. Aquí Rist propone su Bosque de pixeles, una onírica miríada de rocas luminosas colgantes y de colores cambiantes entre las que el visitante se pierde hasta llegar a la inmensa proyección de Worry will Vanish Horizon (2014), Sip my Ocean (1996) y Ever is overall (1997), donde una alegre mujer pasea por las calles reventando las ventanas de los coches con un girasol gigante. Todas piezas monumentales, de una escala tal que solo pueden imaginarse en el contexto de un Art Unlimited o de museos mayores. La muestra incluye igualmente un catálogo con doce fotos inéditas montadas en bastidores y extraídas de los archivos privados de la artista. La idea de esas imágenes es que el visitante pueda recrear su propia instalación en casa. La retrospectiva de Pipilotti Rist puede ser visitada hasta el 8 de mayo.

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