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Contestatarios en el islam

Waleed Saleh refleja que la libertad de pensamiento es una constante en la historia de esta religión

Luz Gómez

Para todos aquellos que creen que el librepensamiento es incompatible con el islam o que los males del mundo árabe se deben a la omnipresencia del islam en todas las esferas de la vida pública, esta obra de Waleed Saleh, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), viene a contar cómo la libertad de pensamiento y expresión ha sido una constante en su historia, y que aquellos que se han considerado a sí mismos librepensadores no han dejado por ello de reconocerse dentro de su tradición religiosa. No es, por tanto, afortunadamente, uno de esos habituales libros escritos contra el islam y para demostrar la superioridad de la razón ilustrada europea.

La disidencia ha tenido su lugar en la historia del islam desde sus orígenes. No se pueden entender los sucesivos momentos de esplendor que ha conocido la civilización islámica sin tener presente una variada gama de tendencias y pensadores contestatarios, término quizá más apropiado que el de “librepensadores”.

Lo habitual, visto desde Occidente, ha sido relacionar esta heterodoxia con las influencias no islámicas de mayor calado; véase la filosofía griega, el zoroastrismo o incluso los sustratos beréberes o hispánicos. En el estudio de la historia de Al Andalus, por ejemplo, ha sido así cuando se trataba de demostrar la especificidad que pudiera tener un supuesto islam andalusí o español frente al resto del islam árabe.

No ha sido distinto en el estudio de la Nahda, el renacimiento cultural árabe a caballo entre los siglos XIX-XX, supeditado generosamente a patrones europeos por buena parte de los estudiosos (Hourani, Gibb, Sharabi) y que sin embargo hunde sus raíces en clásicos tan distintos como el poeta Al Maarri o el filósofo-jurista Algazel.

Bajo un planteamiento basado en la tradición árabe de las tabaqat y los tarayim (géneros enciclopédicos), este libro aborda las principales figuras heterodoxas en forma biográfica, contrapunteada con comentarios a las obras principales de cada autor. Son los jalones mayores movimientos como la mutázila, el kemalismo turco o el poliédrico laicismo islámico, valga el oxímoron, con autores como Nasr Hamid Abu Zayd, Muhammad Said al Ashmawi, Sadiq Yalal al Azm o Bu Ali Yasin.

Uno de los principales atractivos del libro, y se comprende dada la procedencia iraquí del autor, es el detalle con que trata a figuras intelectuales iraquíes no muy conocidas fuera del país y que sirven para entender su diversidad doctrinal y étnica. Pues Irak no se reduce al relato estandarizado (chía contra sunna, o viceversa) que Occidente ha querido imponer de él. •

Libre pensamiento e islam. Waleed Saleh. Tirant Humanidades. Valencia, 2016. 336 páginas. 22 euros.

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