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Latidos de Hollywood
Columna
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Oscar 2017, la campaña empieza ahora

El cacareado efecto del premio en las carreras de sus ganadores no está tan claro como parece

Mark Rylance, Brie Larson, Leonardo DiCaprio y Alicia Vikander.
Mark Rylance, Brie Larson, Leonardo DiCaprio y Alicia Vikander.ROBYN BECK (AFP)

Con su Oscar en la mano como mejor actriz de reparto Alicia Vikander no lo pudo resumir mejor. Al “¿y ahora qué?” de los periodistas, la respuesta de la chica de moda no pudo ser más clara: “Espero seguir trabajando”. En realidad el cacareado efecto del Oscar en las carreras de sus ganadores no está tan claro como parece. Casi todos los ganadores suelen estar trabajando y los más de tres meses de intensa campaña perlados de galas de premios no son más que un paréntesis en sus carreras, horas extras a invertir de cara a elevar su perfil mediático o aumentar el volumen de su cheque.

Un pluriempleo del que algunos candidatos no quieren participar como es el caso de Michael Fassbender. El actor de 38 años se mantuvo distante de su segunda candidatura al Oscar con Jobs quizá por falta de ganas o de tiempo, con cinco estrenos este año (Assassin's Creed, X-Men: Apocalypse, Trespass Against Us, Weightless y The Light Between Oceans junto a Vikander) y rodando The Snowman en Noruega justo antes de que ponga rumbo a Australia para rodar la nueva entrega de Alien, Covenant.

No todos están igual de ocupados. El ganador de la estatuilla a mejor actor aún no se ha comprometido con ningún otro proyecto. A Leonardo DiCaprio no le faltan pretendientes. Su nombre está asociado a películas como la próxima de su maestro, Martin Scorsese, que quiere adaptar la novela de Erik Larson The Devil in the White City. O con esa otra adaptación titulada The Crowded Room donde DiCaprio interpretaría a alguien afectado por un trastorno de identidad disociativo que provoca múltiples personalidades en una única persona. También está Conquest, filme que prepara el coguionista de The Revenant y del que se desconoce la trama aunque algunos medios lo unen a un antiguo proyecto sobre Hernán Cortés y la conquista de América.

Pero por el momento el actor prefiere volcar sus esfuerzos creativos en el documental medioambiental que está produciendo para Netflix y del que no tiene ni título ni fecha de estreno pero con el que se está recorriendo el mundo para dejar claro lo que dijo cuando aceptó el Oscar: que estamos cavando la tumba ecológica del planeta.

Otros ganadores tienen más claro lo que harán ahora que tienen la estatuilla. Para Brie Larson, ganadora como mejor actriz, la gala del Oscar no fue más que un día de fiesta. Todavía afectada por el cambio horario cuando recogió la estatuilla, la actriz se montó al día siguiente en un avión para continuar en Vietnam el rodaje de Kong: Skull Island, donde es la bella de la nueva bestia. Y Vikander cuenta en cartera con el próximo estreno de Jason Bourne, cuyo rodaje la llevó a Tenerife (España), además del filme que rodó junto a su pareja, The Light Between Oceans.

En el caso de Mark Rylance, ganador del Oscar como mejor actor de reparto, su estatuilla no cambia absolutamente nada en su carrera. La victoria del intérprete británico fue una de las mayores sorpresas de la velada, para todos menos para Steven Spielberg que saltó de su butaca en un aplauso cuando el actor apenas se había puesto en pie como si la estatuilla corroborara lo que él había pensado de Rylance todo el tiempo. Quizá por eso el mismo director que le llevó a la victoria con Bridge of Spies volvió a contar con este actor teatral para su siguiente largometraje, The BFG, película basada en la historia homónima de Roald Dahl que dada la rapidez con la que rueda Spielberg tiene previsto su estreno el próximo julio.

En el caso de Alejandro González Iñárritu, el realizador mexicano que hizo historia como el primer director en 50 años que consigue con dos estatuillas consecutivas en esta categoría lo piensa celebrar cambiando de tercio. El multifacético también conocido como “el negro” está preparando como productor la serie The One Percent que protagonizan Ed Harris y Hilary Swank y de la que piensa dirigir los dos primeros capítulos. Todo un descanso tras las tribulaciones vividas durante el rodaje de The Revenant y su posterior carrera al Oscar.

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