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Revueltos, además de juntos

‘Togetherness’ incide en su segunda temporada en el tono tragicómico que la ha llevado al éxito

El reparto de Togetherness llega a la entrevista con EL PAÍS riéndose y haciendo planes para una tercera temporada incluso antes de que HBO le dé luz verde. No parecen necesitarla dado el éxito de esta serie -se podría subtitular Cuarenta y tantos- que narra, en tono de tragicomedia, las andanzas de un matrimonio (interpretado por Mark Duplass y Melanie Lynskey), el mejor amigo del marido (Steve Zissis) y la hermana de la esposa (Amanda Peet).

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Un revuelto cuyo secreto no está en los números —con una audiencia en EE UU de 2,9 millones de espectadores queda lejos de los 4,3 millones que tiene Girls, que plantea un esquema similar para otra generación—, sino en el apego de sus seguidores. “Es muy diferente según con quien hablas, porque si es en un supermercado les preocupa que el matrimonio siga junto y si es en un bar te sueltan si habrá una buena erección”, comenta las respuestas Jay Duplass, creador con su hermano Mark de una ficción en que lo hacen todo: escriben los guiones (junto con Zissis), dirigen, uno de ellos incluso actúa y, sobre todo, lo que pasa en Togetherness guarda grandes similitudes con su vida. “De ahí que la mejor advertencia que podemos dar a los que nos rodean es que no sean amigos nuestros, a menos que quieran ver su vida reflejada en una serie de televisión”, avisa jocoso Mark.

Honestidad

Lynskey, la más callada de los cuatro, asegura que el secreto de Togetherness —que Canal + Series emite los lunes en versión original subtitulada a las 4.30— es la honestidad, no el sexo. “La primera temporada fueron nuestras experiencias, pero a medida que avanza es menos autobiográfica”, se alternan los hermanos en una conversación tan fluida como el propio programa.

“Es el caldo que ha dado la sopa de nuestras vidas”, apostilla. Su conversación resulta igual de espontáneo con sus espectadores. Siguen sus comentarios en las redes sociales de la misma forma que a los hermanos Duplass les encantaba acudir a festivales cuando eran directores independientes para poder conocer a su audiencia y conversar con ellos. Eso no quiere decir que les escuchen; ni siquiera lo hacen con sus actores. “Tampoco hace falta, porque solo podríamos empeorar el guion”, comenta Peet.

La factoría Duplass

Los Duplass siempre fueron los reyes del indie. Pero cuando hacían películas como The Puffy Chair por 13.500 euros, una obra que citan como su Togetherness a los 20 años, ser el rey del indie era morirse de hambre. Con la explosión de las televisiones y otras plataformas las cosas han cambiado. Como reconocen, con las migajas de grandes como HBO, Netflix o Amazon, ellos levantan montañas.

Así, que no contentos con guisárselo y comérselo todo en Togetherness, tienen en marcha seis producciones propias (Tangerine, The Overnight, The Bronze, 6 Years, Manson Family Vacation y la serie Animals) con las que quieren ayudar a otros autores mientras ellos aumentan su labor también como actores en series como Transparent (Jay) o The League (Mark). "Al principio nos costó adaptarnos al formato, pero ahora disfrutamos de sus ventajas", sentencia el primero.

A Zissis le incluyen en la sala de guionistas porque se conocen desde que estudiaron juntos en los jesuitas de Nueva Orleans, un año por delante de Mark y varios por detrás de Jay. De algún modo, la serie se inspira en esa adolescencia ya pasada, pero no olvidada, que compartieron. “Todos vivimos como podemos ese sentimiento de melancolía en el que comparamos el que queríamos ser cuando teníamos 16 años con el que somos, algo que a los 40 y como pareja te puede unir o separar, especialmente en una urbe como Los Ángeles”, apuntan ambos hermanos.

Peet no tiene miedo de mostrar esta melancolía en el rostro, capaz a los 44 años de reírse de sus arrugas. “Hasta hace poco no he entendido la obsesión de esta ciudad con la juventud, pero llega ese momento en el que lo ves con tus ojos”, admite. Y la mejor forma de combatir ese sentimiento es la risa. Un humor que hace daño, porque los cuatro reconocen que Togetherness de comedia tiene solo el formato, con episodios de 30 minutos. Cada espectador se la toma de una forma y, si bien las risas abundan ante lo absurdo de las situaciones cuando se ve en grupo, el tono se vuelve más serio cuando se sigue en la intimidad de la pareja.

Los Duplass lo quieren todo: describen su obra como una película de John Cassavettes tomada con humor. “La conversación es cómica, pero sobre todo honesta. Y luego, que el público decida si es comedia o drama”, resumen.

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