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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Conservadores

El mando a distancia permite comprobar las dos acepciones del adjetivo “conservador” en dos cadenas diferentes

Ángel S. Harguindey

Sábado noche sin fiebre. El mando a distancia permite comprobar las dos acepciones del adjetivo “conservador” en dos cadenas diferentes: La 2 emite el documental El menú de Koyama, donde el cocinero Hirohisa Koyama muestra los entresijos de la cocina tradicional japonesa como indiscutible forma de transmitir los secretos seculares para conseguir su vitalidad futura. Es la primera acepción de la RAE: “Que conserva (cuida de la permanencia)”. En laSexta noche recuerdan una vez más los escándalos semanales del PP (Barberá, Urdangarin, cúpulas valencianas, cúpulas madrileñas...) con la participación de dos grandes autosatisfechos del periodismo español: Inda y Marhuenda, uno, agradecido de haberse conocido, y el otro, alardeando de su soledad ante el peligro como sinónimo de lucidez. Es la segunda acepción: “En política, especialmente favorable a mantener el orden social y los valores tradicionales, los que siguen las ideas del pasado, frente a las innovaciones y los cambios radicales”.

“El pasado nos rodea. Está en todas partes. Es la fuente del conocimiento que nos ilumina nuestro presente y nos permitirá alcanzar un futuro mejor”, explica Koyama antes de preparar su kaiseki o cena de varios platos. En La Sexta revisan los vídeos de Barberá negándolo todo, las cajas b, la financiación irregular, los contratos amañados..., el pasado la rodea, pero aquí oscurece el presente.

Conseguir el menú de Koyama es una labor colectiva: desde el fabricante de palillos de madera de cedro de 80 años hasta el pescador con anzuelo de doradas, el forjador de cuchillos, el cultivador del arroz, el de rábanos ecológicos, el del sudachi, el del wasabi, una larga galería de artesanos y agricultores que respetan la naturaleza y aman su oficio.

En La Sexta, los personajes realizan un increíble canto a la ignorancia: nadie sabe nada, a nadie le consta nada, ninguno firmó nada... Conservar las raíces o la impunidad, he ahí la cuestión.

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