_
_
_
_
_
CRÍTICA / DISCOS

Sílvia Pérez Cruz se acerca a casa

Compuesto y producido por la propia cantante gerundense, 'Domus' es un disco repleto de destellos brillantes al que le pesa su origen como banda sonora de una película

Sílvia Pérez Cruz, en una escena de la película Cerca de tu casa, de Eduard Cortés.
Sílvia Pérez Cruz, en una escena de la película Cerca de tu casa, de Eduard Cortés.David Ruano

Puede que Domus se acerque a ese gran disco que todos esperamos de Sílvia Pérez Cruz y que la gerundense aún no ha acertado a concedernos. Sus hechuras son las de una obra relevante, la que merece una mujer de voz pasmosa y personalísima llamada a acaparar atenciones y parabienes. Pero la dispersión de ingredientes acaba desdibujando un poco el resultado final.

Acostumbrados a escucharla en colaboraciones y proyectos más o menos puntuales, desde Refree hasta Javier Colina, Pérez (Palafrugell, 1983) abre ahora las alas en solitario solo a medias. Domus pretende erigirse en creación autónoma, pero nace irremediablemente condicionada como banda sonora para Cerca de tu casa, la película de Eduard Cortés que constituirá esta primavera el debut de la cantante frente a la cámara. Todo ello termina influyendo en que el trabajo resultante sea algo breve y con algún pasaje demasiado circunstancial, como ese collage de voces callejeras en desahucios (‘Sí se puede’) que se alzan sobre un adagio de cuerdas. El recurso será efectista en términos fílmicos, pero se antoja irrelevante y hasta incómodo en el contexto fonográfico.

Por suerte, no necesitamos referencia audiovisual de ningún tipo para la extraordinaria pieza de partida, ‘No hay tanto pan’, quizá el mejor ejemplo hasta la fecha de Sílvia como talento en pura eclosión: perezosa voz de arrullo, repeticiones muy expresivas, emotividad sin espasmos, coros de aliento latinoamericano y unos bellísimos arreglos de cuerda. ‘Ai, Ai, Ai’, una cumbia en inglés adornada con encantadoras voces infantiles, ejerce de contrapunto radiante, y ‘My Dog’ nos trae a la memoria a la añorada mexicana Lhasa de Sela, fallecida hace seis inviernos y con la que habría sido maravilloso urdir algún dueto. Pero la misma mezcolanza idiomática (‘Cuota da lua’ es una breve incursión en el portugués) puede contribuir a un ligero desconcierto, a la pérdida de un hilo conductor más nítido.

Los destellos brillantes se suceden a lo largo de todo el trabajo, en suma, pero también encontramos espacio para la paradoja. Como que las voces de otro tema muy hermoso, ‘Todo hombre’, sean colaboraciones masculinas: las de los actores Lluís Homar, Pepo Blasco, Oriol Vila o Ivan Massagué, entre otros. En resumen: Domus, compuesto, producido y arreglado por la propia Pérez Cruz, es uno de esos buenos álbumes que nos dejan con ganas de más. Y este es un problema hasta ahora recurrente en la discografía de nuestra protagonista.

Domus. Sílvia Pérez Cruz. Universal

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_