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México y Brasil, dos gigantes también en el cine

Los dos países se encuentran entre los 10 que más boletos vendieron en 2015

Andrés Rodríguez

Cannes y Venecia, son dos de los festivales de cine más importantes y prestigiosos del mundo. El cine latinoamericano pasó por dichos certámenes, cosechando glorias en 2015 que no hicieron más que enaltecer la producción del continente, colocándola nuevamente en lo más alto de la cinematografía mundial. La industria cinematográfica de México y Brasil puede decir también que goza de buena salud económicamente y que muestra un crecimiento a nivel global.

Espectadores en una sala de cine en la Ciudad de México, en junio del pasado año.
Espectadores en una sala de cine en la Ciudad de México, en junio del pasado año.AP

Entre los 10 países con más boletos vendidos en el mundo en 2015 se encuentran México, en cuarto lugar, con 296 millones, y Brasil, en noveno, con 168 millones. En el cálculo de proporción, respecto a la población de cada uno de estos dos países, en México, con una población de 122 millones de habitantes, una persona va por lo menos dos veces al año al cine. En el caso de Brasil, con una población de 200 millones de habitantes, una persona asiste al cine por lo menos una vez al año, según los Resultados Definitivos de 2015 de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine).

Las dos naciones latinoamericanas son superadas en cantidad de boletos por India (2.007), China (1.254) y EE UU (1.222); sin embargo, hay que considerar que los dos primeros tienen una cantidad de población de 1.252 y 1.357 millones de habitantes, respectivamente. EE UU también supera a ambos, con 316 millones de habitantes.

La religión mueve masas, y también en el cine brasileño. Los diez mandamientos-La película, la cinta con la trama bíblica de la liberación de los judíos de las manos de los egipcios por parte de Moisés, se estrenó en más de 1.000 salas, de las 3.001 que hay en total en el país. Antes de su estreno, en los primeros 20 días de preventa, se vendieron 2,4 millones de entradas.

Paris Filmes y Downtown Filmes, las distribuidoras del largometraje, se fijaron la meta de superar el mayor éxito del cine brasileño: Tropa de élite 2 (2010), con 11 millones de espectadores. Hasta la pasada semana la película religiosa recaudó más de 10 millones de dólares, según el medidor de taquilla Box Office Mojo. Tal parece que, con la bendición del país con más personas católicas del mundo, esto será posible.

Otro destaque que da a conocer este informe es que México también es una de las 10 naciones con mayor taquilla a nivel global, con una recaudación de 1.045 millones de dólares (décimo puesto). Asimismo, el país norteamericano ocupa el sexto lugar con el precio de boleto más bajo (3,2 dólares). Le siguen Perú en sexto lugar (3,48 dólares) y Colombia en noveno (4,2 dólares).

Este documento también muestra que México se encuentra entre los cuatro países con mayor cantidad de salas (6.011) al cierre de 2015, constituyéndose como la única nación latinoamericana en este top 10, solo superada por su vecino del Norte (40.547), China (30.041) e India (11.179). Sin embargo, aun contando con uno de los mayores de números de salas en el mundo, la asistencia y los ingresos por taquilla, cuando se trata de cine nacional, han decrecido.

Mercado y demanda

17,2 millones de espectadores fueron a ver cine mexicano en 2015, casi 10 millones menos que en 2013. El público generó una facturación de casi 39.000 millones de dólares el año pasado, 28 menos que hace dos años. Sin embargo, el presidente de Canacine, José Leonardo Martí, cree que las cifras de 2015 son "muy importantes", considerando que tres películas (Un gallo con muchos huevos, El gran pequeño y A la mala) recaudaron más de cinco millones de dólares cada una.

No se aceptan devoluciones, de Eugenio Derbez, y Nosotros los nobles hicieron de 2013 un año "extraordinario". Solo entre estas dos películas recaudaron en México más de 51 millones de dólares y convocaron a más de 22 millones de espectadores a las salas de cine.

"Hay otros datos que habría que contraponerlos con la caída que se ve en la taquilla. Se hicieron 104 películas [en 2013], algo que no pasaba desde 1954. Se exhibieron 85 películas mexicanas [en 2015], no son muchas, pero si las comparamos con las 190 películas estadounidenses y 182 de otros países, entonces el número de películas que se estrenaron fue importante", afirma Martí.

El director de Canacine destaca que las cintas, aunque no fueron taquilleras, sí tuvieron un "excelente" recorrido en festivales internacionales de mucho prestigio. Las producciones mexicanas obtuvieron más de 90 premios fuera del país, precisa, con las menciones especiales de Chronic (de Michel Franco), que ganó el premio a mejor guion en Cannes y 600 millas (Gabriel Ripstein), que fue reconocida como la mejor ópera prima en el Festival de Berlín.

México puede confirmar su buen momento cinematográfico de predecirse las quinielas en los Oscar. Alejandro González Iñárritu podría ganar su cuarta y quinta estatuilla dorada por El renacido, al igual que Emmanuel Lubezki, que por tercer año consecutivo recibiría el galardón de la Academia estadounidense a mejor fotografía por su segunda colaboración con el también director de Amores perros.

Entonces, ¿el cine arte no le interesa al público mexicano? Martí considera que no es solo una cuestión de ese país, sino del mundo. "Las películas que ganan los premios de estos festivales no son taquilleras. Son para un público más especializado y conocedor". Explica que no se puede influir en los espectadores para que vean películas nacionales, ya que es una "cuestión de gustos". "Es como en la música ¿cuanta gente escucha música clásica? es un número reducido. Si los miras en las distintas artes, sucede lo mismo".

El director general de la Asociación Mexicana de Cineastas Independientes (AMCI), Pedro Araneda, no se inquieta por la situación de las producciones nacionales y el cine arte. Cree que es normal que las personas prefieran cintas entretenidas o de los grandes estudios, ya que responde al nivel educativo del país.

Por tal razón, considera importante que los productores deben estar con "las antenas bien puestas" en cuanto a las inquietudes del espectador, para saber qué producto audiovisual podría interesarles para mostrarlo.

Se muestra satisfecho con la cantidad de espacios alternativos disponibles para producciones de corte independiente. Como este tipo de cine apunta a un público en particular, estos espacios se llenan y cumplen con la demanda. Dice que las mismas salas comerciales dan el espacio para cintas artísticas y que, de momento, el mercado cubre la demanda. "El momento en que el nivel educativo aumente en el país, la búsqueda de la vida va a cambiar y también el tipo de películas en las salas cinematográficas va a ser más plural, porque vamos a tener una búsqueda más diversa como comunidad mexicana", finaliza.

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Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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