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LAS COLECCIONES DE EL PAÍS

La intrahistoria de un diálogo con ETA

Borja Cobeaga imaginó cómo es una negociación de paz con una banda terrorista y lo plasmó en 'Negociador'. Este domingo, con EL PAÍS

Cartel promocional de 'Negociador'.
Cartel promocional de 'Negociador'.

El domingo es el día de descanso y ni una negociación de alto nivel para alcanzar la paz puede con esta regla suprema. Por eso, si la traductora se niega a trabajar ese día, pues se aplaza la reunión y punto. El imaginario de Borja Cobeaga se llenó de este tipo de situaciones grotescas y surrealistas para escribir y dirigir Negociador, una película inspirada en las conversaciones reales que mantuvieron el socialista Jesús Eguiguren y el miembro de ETA Josu Ternera entre 2005 y 2006 para acabar con la violencia de la banda terrorista. El filme optó al premio a mejor guion original en la última gala de los Goya. Este domingo, a la venta con EL PAÍS.

El realizador vasco lleva una vez más al campo del humor negro un capítulo del terrorismo de ETA. Ya lo hizo en el programa de la televisión pública vasca Vaya semanita, y más tímidamente en el taquillazo Ocho apellidos vascos. El protagonista en esta ocasión es Manu Aranguren, un político demócrata que convence a su partido de que le permita entablar un diálogo con la organización terrorista. ¿Cómo fueron esos encuentros? ¿Qué hacían en sus tiempos muertos? ¿Cuál es el horario para organizar un diálogo de paz? ¿Llegaron a sentir cierta simpatía el uno por el otro? Cobeaga sorprende al espectador con encuentros espontáneos de ambas partes en el desayuno, diálogos entre escoltas, conversaciones en la barra del bar e infructuosos intentos de acercamiento del político al miembro de ETA.

Ramón Barea, Josean Bengoetxea y Carlos Areces dan vida a los personajes principales de esta comedia para la que Cobeaga no solo tiró de imaginación, sino que también utilizó información de libros, artículos de prensa y documentales. El director reflexionaba con EL PAÍS minutos antes del estreno de la película en el último Festival de San Sebastián sobre los motivos que le impulsaron a escribirla: “Ser vasco y haber nacido y crecido aquí te hace ver que todavía hay mucho por contar. No es una historia sobre las negociaciones, sino sobre los detalles colaterales y domésticos que la rodearon y que terminan influyendo mucho. En ningún momento, quise centrarme en el diálogo político. Son esos actos cotidianos los que me parecen más fascinantes”.

Sin llegar a ser una parodia, ni tampoco una comedia hilarante, la película tiene capacidad de provocar la risa en el espectador con los detalles más absurdos. Como la traductora empeñada en hacer respetar sus derechos laborales al negarse a trabajar el domingo, lo que retrasa de forma catastrófica el acuerdo. Lo que más le preocupaba a Cobeaga era que Eguiguren no se molestara con el personaje inspirado en él y su empeño es normalizar, a través del cine y el humor, la situación política en el País Vasco. Lo primero , al menos, lo consiguió con certeza porque el propio político contó en la Cadena SER que le había gustado pero que le dejó “un poso un poco melancólico”.

Negociador es la penúltima entrega de la colección Goya 2016, con la que EL PAÍS lleva cada semana al quiosco las películas que más nominaciones acumularon en la última edición de los Premios Anuales de la Academia, por 9,95 euros. La colección incluye títulos como El Rey de la Habana, Camino a la escuela, Nadie quiere la noche, Requisitos para ser una persona normal, B y Truman, entre otros.

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