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Nanni Moretti ‘rueda’ la muerte de su madre

El cineasta ahonda en su último filme en el dolor de la pérdida de su progenitora a través de una directora, su ‘alter ego’ en pantalla

Gregorio Belinchón
Nanni Moretti, en el rodaje de 'Mia madre'.
Nanni Moretti, en el rodaje de 'Mia madre'.

Esta entrevista se realizó en dos partes. La primera en primavera, durante el festival de Cannes. Nanni Moretti (Brunico, 1953) estaba nervioso, casi a la defensiva: su Mia madre no había sido bien aceptada en su estreno italiano, a cambio fue cálidamente recibida en el certamen francés. “No hay cariño en Italia por el cine como arte, hay un alejamiento del público que prefiere la comedia gruesa y la televisión”. La segunda parte, vía telefónica, se realizó el pasado martes, pocas horas después de la muerte de Ettore Scola (un director que a Moretti no le interesaba mucho), y tras haber hecho Mia madre un estupendo recorrido festivalero.

Pero en Cannes, el cineasta italiano aún le daba vueltas a su película, en la que por primera vez su alter ego en pantalla era una mujer. “Me interesaba el punto de vista femenino de la historia, pero es que yo tengo un lado femenino, así que no me costó mucho transmutarme. Para hablar de la muerte de una madre me parecía adecuado que la protagonista fuera su hija y, a su vez, madre. La conexión es más fuerte, carnal. Y así creaba otra unión, la de la abuela con su nieta, muy directa, aunque no soy experto en relaciones familiares.Por otro lado, Margherita es una mujer que no está en paz consigo misma, como yo; es director, como yo; está preocupada por la sociedad que le rodea, y la crisis le afecta en su vida, como yo... Que se desarrolle en un rodaje de cine crea otro estrato de realidad que le acerca a mí”.

El italiano lleva desde la adolescencia unos diarios en los que va anotando detalles de su vida. La enfermedad y muerte de su madre aparecen en esas páginas y así germinó Mia madre. Por cierto, estuvo a punto de perder un cuaderno con justo esos apuntes en el aeropuerto madrileño de Barajas, al volver de la promoción de Habemus papam. “Por suerte, pude recuperarlos. No soy constante escribiendo esos diarios, pero sí me son útiles para películas como esta. Algunos diálogos vienen de esos escritos, ocurrieron en la realidad”. Su madre se parece a la de la pantalla por pura casualidad. “Nunca le di ninguna indicación a Giulia Lazzarini, que casi no ha hecho cine aunque sí mucho teatro, y sin embargo la ha calcado. Fue revelador y doloroso”.

Moretti suele sentar cátedra en sus largometrajes. Ahora ha espolvoreado Mia madre de frases sobre el cine y guiños a creadores como Stanley Kubrick: “Es un gigante de este arte, así que creo que el espectador aceptara de buen grado bromas sobre él”. Eso sí, aleja el rodaje ficticio que dirige Margherita en pantalla del cine “a la manera de Moretti”. Ante eso, reflexiona: “Si no, no tendría gracia, y lo mejor es ver a Margherita sobrepasada por su vida privada y dominadora de la situación en el plató”. Él se define como puntilloso, pero en la escritura: “Ahí es donde soy un crítico brutal, por eso necesito mucho tiempo en la redacción del guion”.

Cansado de protagonizar

En las últimas tres películas el Moretti actor ha optado por roles secundarios, tras protagonizar sus filmes previos. “Estoy ya cansado de ser el actor principal a la vez que dirijo. Necesito regular la energía, aunque a la vez reconozco que no es un paso meditado. Sencillamente se me ocurren ideas, como la del papa que huye, y después descubro que yo no podré protagonizarlas”. Meses después, por teléfono, apostilla sobre posibles protagonistas femeninos ulteriores. “No descarto más alter egos morettis femeninos. Mis películas no cambiarán: aunque no sean autobiográficas en detalles históricos, son y serán autobiográficas en sus sentimientos”.

Del cine del recientemente fallecido Ettore Scola, Moretti no tiene un gran recuerdo: “Me interesa más, de los sesenta, el cine de autor que las comedias”. ¿No siente la influencia de la manera de Scola de ver a la gente de la calle en su cine? “No, y además no soy yo el adecuado para ese análisis”. ¿De verdad no le gustaba Scola? “Bueno, algunas películas sí, y me atrae su mezcla de drama y comedia en un mismo filme”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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