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Una fábula pintada por Goya y Fellini

Matteo Garrone dirige ‘El cuento de los cuentos’, basada en el ‘Pentamerón’, un clásico de la literatura del siglo XVII

Matteo Garrone, en el rodaje de 'El cuento de los cuentos'.
Matteo Garrone, en el rodaje de 'El cuento de los cuentos'.

Antes de dirigir L’imbalsamatore y Primo amore, antes de hacerse popular en toda Europa con Gomorra y confirmar su potencia visual en Reality, y antes incluso del divertido pique que mantiene con los otros dos directores italianos más famosos de la actualidad (Sorrentino y Moretti), Matteo Garrone (Roma, 1968) fue pintor. Y tras todo su trasiego cinematográfico, Garrone ha necesitado volver a sus orígenes para afrontar con El cuento de los cuentos —estrenada el pasado viernes en España— la adaptación de tres de las historias que componen el Pentamerón de Giambattista Basile, 50 cuentos publicados en cinco tomos de 1634 a 1636, cuando su autor ya había fallecido. La ampulosidad de su estilo literario ha sido trasladada al cine con todo tipo de ornamentación visual barroca por parte de Garrone. “Agradezco mi pasado pictórico, he sentido que era absolutamente necesario para encarar un texto con tan poco diálogo, unos cuentos visuales y visionarios”, asegura el director, que a continuación explica su influencia principal en este trabajo: “Goya, en obras como Los caprichos, conecta con el alma de Basile, con sus facetas grotescas y trágicas. Son dos creadores amantes de las dimensiones surreales y sobrenaturales. Yo debo tanto a Goya... En Basile hay personajes muy ambiguos, en los que se mezclan el bien y el mal, algo innovador en su tiempo y que se ve en el pintor aragonés. Basile influyó en los hermanos Grimm y en Perrault, pero para mí con quien conecta el napolitano es con el artista español”.

En El cuento de los cuentos, rodada en inglés, hay desaforadas reflexiones sobre la cirugía plástica, el amor posesivo o el fetichismo. “Suena a siglo XXI, ¿verdad? Pero es que Basile escribía para su público, y en siglo XVII los niños no leían”, explica Basile. “Y por eso son los cuentos más fascinantes de adaptar al cine. Yo no le traiciono en su época, porque Basile explica su tiempo, el Barroco. Pero sus ecos resuenan en la actualidad. Eso es modernidad”.

Reflejo de Shakespeare

Para el viaje ha contado con John C. Reilly, Salma Hayek, Vincent Cassel o Toby Jones. “Nadie entiende el napolitano en que fueron escritos los cuentos, así que filmarlo en inglés no supone ninguna traición. Es más, lo lleva hacia un teatro isabelino. Italo Calvino decía que Basile era el reflejo deforme napolitano de Shakespeare”. Es decir, ¿Fellini? “Claro. Yo me siento cercano a Federico. Ambos rodamos buscando algo único, entendiendo eso único como la sorpresa. Mi manera de trabajar requiere disponibilidad y generosidad por parte de los técnicos y los actores. No ayuda que haya necesitado tantos efectos especiales”. Esos reyes enamorados de brujas, esa majestad obsesionada con una pulga, ¿que le dirán al espectador? “Que lo grotesco es inseparable de la condición humana”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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