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España aboga por un museo en Cartagena de Indias para el ‘San José’

Expertos en arqueología subacuática creen que lo prudente es dejar el pecio en el mar

La creación de un museo conjunto es, para el Gobierno español, el mejor destino que se puede dar al San José, el galeón hundido en 1708 por corsarios ingleses frente a las costas de Cartagena de Indias (Colombia). La idea de crear un museo en esta misma ciudad ya fue lanzada por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, tras hacer público el descubrimiento el pasado día 4. Santos, sin embargo, aludió a un museo exclusivamente colombiano, sin participación de ningún otro país, incluida España, a la que niega cualquier derecho sobre el pecio.

Fuentes del Gobierno español abogan por un museo conjunto, que evitaría un conflicto diplomático entre dos países cuyas relaciones en todos los demás terrenos son excelentes. Y no ponen reparos a que se ubique en Cartagena de Indias, que ya cuenta con un museo naval, aunque se acordara su exposición temporal en España. El San José y su carga de monedas y piedras preciosas, así como todos los otros elementos del buque, desde los cañones hasta los puramente ornamentales, tienen un valor incalculable, no tanto desde el punto de vista económico sino sobre todo histórico, para el estudio del imperio hispánico del siglo XVIII. “No queremos que piensen que pretendemos llevarnos el oro”, subrayan fuentes diplomáticas.

Trabajar por el objetivo común

España y Colombia trabajarán juntas con el objetivo común de “conservar y proteger” los restos del galeón San José, que son “patrimonio de la humanidad”. Así lo aseguraron ayer los ministros de Exteriores de los dos países, Ángela Holguín y José Manuel García-Margallo, tras reunirse en Cartagena de Indias (Colombia), a petición del segundo. Al encuentro asistió también la titular de Cultura colombiana, Mariana Garcés. Los cancilleres no ocultaron sus discrepancias sobre la titularidad jurídica del pecio, que “España considera un buque de Estado con inmunidad soberana”, así como una tumba submarina, pero se mostraron convencidos de que hallarán una solución. “No será un tema que vaya a dividirnos. Trabajaremos juntos”, dijo Holguín. Colombia ha prometido contestar la nota verbal que España le envió el pasado día 9 en la que le pide información sobre el hallazgo y muestra su “voluntad de colaborar en la protección, conservación e investigación con fines científicos de este patrimonio”.

España sabe que un pleito por la propiedad del San José puede ser largo y de resultado incierto. Colombia no ha suscrito el convenio de la Unesco sobre protección del patrimonio subacuático de 2001 y rechaza la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El caso del buque Las Mercedes, que España ganó en los tribunales de Tampa (EE UU) frente a la empresa cazatesoros Odyssey, no sirve de precedente, ya que el San José se hundió frente a las costas de Colombia y no en las de Cádiz. “No es lo mismo litigar con una empresa privada que con un Estado y mucho menos si hay que hacerlo en sus propios tribunales”, admiten fuentes jurídicas.

La opción del museo conjunto también tiene ventajas para Santos, pues le permitiría compartir los gastos —no evaluados aún pero muy cuantiosos— que tendría reflotar el pecio. La propia ministra colombiana de Cultura, Mariana Garcés, ha reconocido que la fase de estudio de los restos, que tiene previsto iniciar en 2016, requerirá laboratorios altamente sofisticados de los que carece su país. Es más, los arqueólogos marinos aducen que lo más prudente sería dejarlo donde está —por el principio de conservación in situ— hasta que se disponga de tecnología que garantice que es posible reflotarlo sin daños. ¿Qué sentido tendría pelearse por un tesoro sumergido en el fondo del mar?

Bandera para Santos

Para Colombia, el San José es algo más que un sitio arqueológico. Santos lo ha convertido en una de las banderas de su mandato y ha reconocido que, desde asumió la presidencia en 2010, se marcó el objetivo de encontrarlo. “Llegamos hasta aquí por cualquier cosa distinta al azar. Ha sido un trabajado planificado”, asegura Garcés. La ley colombiana de 2013 podría bautizarse como ley San José, hasta tal punto se hizo pensando en un galeón que en el imaginario popular colombiano tiene la aureola de un tesoro mítico.

Por eso dicha ley permite comercializar el patrimonio subacuático, en contra de la convención de la Unesco que Colombia no ha ratificado, y entregar hasta un 50% —las monedas y objetos repetidos— a empresas cazatesoros. El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, se reunió ayer con su homóloga colombiana, Angela Holguín, en Cartagena de Indias para convencerla de que es mejor un mal arreglo que un buen pleito. Y no solo con España, sino también con otros países, como Perú o Ecuador, que ya han insinuado que si el San José es un tesoro, quieren su parte.

El ministro español de Exteriores José Manuel García- Margallo conversa con la canciller colombiana María Ángela Holguín ayer en Cartagena de Indias.
El ministro español de Exteriores José Manuel García- Margallo conversa con la canciller colombiana María Ángela Holguín ayer en Cartagena de Indias.chema moya (efe)
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