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El Teatro Real sumará nuevo repertorio a su segundo centenario

La conmemoración apuesta en un 65% de su programación por óperas inéditas en el coliseo

Jesús Ruiz Mantilla
Representación de 'El gato con botas', de Xavier Montsalvatge y libreto de Néstor Luján, una de las óperas que se verán en el Real.
Representación de 'El gato con botas', de Xavier Montsalvatge y libreto de Néstor Luján, una de las óperas que se verán en el Real.Javier del Real

Cuando ayer el contratenor Lawrence Zazzo cantaba al amor conyugal por medio de la Rodelinda, de Haendel, o la mezzosoprano Silvia Tro Santafé daba voz a la conspiración de Cecilio en el Lucio Silla de un Mozart adolescente; incluso al momento en que el barítono Duncan Rock hizo tronar un canto de condenado a muerte para el Billy Budd,de Britten, las paredes del Teatro Real reaccionaron extrañas. Era la primera vez que desde su reapertura en 1997 sonaban esas tres óperas.

Pero la deuda empezará a pagarse. ¿Cómo? Con las obras citadas y con los 28 títulos nuevos —de los 43 previstos en total, un 65%— que se pondrán en pie a lo largo de los tres años que dure la conmemoración del segundo centenario del teatro.

Según Joan Matabosch, director artístico, esa es la principal novedad de toda la batería de iniciativas a desarrollar y que incluyen también exposiciones, publicaciones conmemorativas, retransmisiones audiovisuales por toda España y en países de América Latina, debuts de grandes de la escena, algunas batutas y cantantes, alianzas con grandes teatros de todo el mundo, desarrollo de la relación con Iberoamérica…

La historia del Teatro Real ha recorrido tantas vicisitudes que bien merece una fiesta. A poder ser, bien larga. Una lenta edificación fue alumbrándolo. Desde que Fernando VII decidiera derribar el antiguo coliseo de los Caños del Peral y sustituirlo por algo nuevo en 1818, la construcción duró 32 años con asonadas, quiebras, golpes militares y vaivenes que amenazaban con no verlo abierto jamás. Fue su hija Isabel II quien lo inauguró finalmente en 1850, pero no supuso aquello un seguro para la eternidad. La mayor parte del siglo XX permaneció cerrado, en obras o alejado del género que lo define hoy como eje: la ópera.

Tras su reapertura hace 20 años, ha ido construyendo una sólida identidad, no ausente de polémicas. Hoy vive su periodo más estable económica y artísticamente. El bicentenario servirá para afianzar un teatro que quiere posicionarse en el siglo XXI como un referente moderno y abierto a los tiempos en que vive.

“La crisis nos ha reforzado”, comentaba el presidente del patronato, Gregorio Marañón. Lo que les han escatimado en recortes, lo han sumado en aportaciones privadas mediante patrocinios estables y taquilla. Hoy han ganado en independencia por ello. Y se han convertido en la principal institución de referencia nacional para las artes escénicas y la música.

Los clásicos que vuelven

Reine la calma entre los menos proclives a la novedad, porque también se revisará el repertorio con títulos como El gato con botas, de Xavier Montsalvatge y Néstor Luján, I puritani y Norma (Bellini), los verdianos Macbeth, Aida y Otello, una Carmen (Bizet) y la reaparición de Puccini con el trío mágico que componen La bohème, Madama Butterflyo su inacabada Turandot.

Con vistas a no decaer en esa posición, sus responsables presentaron ayer, una programación que contará con 43 óperas. Piezas que engloban repertorio, aportan nuevos títulos, aparte de grandes nombres de la escena, estrenos mundiales y obras nunca representadas en el Real en su última etapa abierto al público.

Desde Moses und Aron (Shönberg) a Die Soldaten (Zimmermann). De El gallo de oro (Rimski-Korsakov) a Billy Budd y Gloriana (Britten) o el Bomarzo de Ginastera y la Yerma lorquiana de Villa-Lobos a la música desgarrada por el horror nazi que dio lugar a El emperador de la Atlántida, de Viktor Ullmann, compuesta en el campo de concentración checo de Terezin o la Street Scene, de Kurt Weill. Novedades como Dead Man Walking, de Jake Heggie, basada en la película de Tim Robbins, ópera viva, estrenos mundiales como El abrecartas, de Luis de Pablo, basada en la novela de Vicente Molina Foix, o La ciudad de las mentiras, de Elena Mendoza, que bebe de unos relatos de Juan Carlos Onetti…

Pero, reine la calma entre los menos proclives a la novedad, también se revisará el repertorio con títulos como I puritani y Norma (Bellini), los verdianos Macbeth, Aida y Otello, una Carmen (Bizet) y la reaparición de Puccini con el trío mágico que componen La bohème, Madama Butterfly o su inacabada Turandot.

“El bicentenario nos servirá para hacer bien los deberes en cuanto al nuevo repertorio”, comentaba Matabosch. “Pero también para atraer grandes batutas y ampliar la nómina junto a directores de escena más habituales de la casa”.

Atractivas también las nuevas colaboraciones. Los cuerpos estables del teatro se unirán a la Orquesta Nacional de España para la representación de la monumental 'Die Soldaten'. Así como también está prevista la entrada en juego de la ORCAM (la formación de la Comunidad de Madrid, que dirige Víctor Pablo Pérez) dentro de algunos de los proyectos más vanguardistas a poner en marcha con los teatros del Canal.

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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