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Bajo el cielo rojo de Colorado

'Under a blood red sky' recoge el directo de la gira de 'War'. Muestra la intensidad y la energía de un grupo en estado de gracia

Bono, en la actuación en Red Rocks de 1983.
Bono, en la actuación en Red Rocks de 1983.

U2 ya tenían en mente conquistar Estados Unidos a principios de los 80. Red Rocks, unas canteras abandonadas de Colorado, fue una decisión inteligente en aquel momento. Querían enseñar al mundo de lo que eran capaces. Con ese material y el de otros directos lanzaron al mismo tiempo un álbum titulado Under a blood red sky (1983) y una cinta VHS cuyo contenido no coincidía con el cd más que en dos canciones, Gloria y Party Girl. Todo un experimento de U2.

Las ocho canciones del disco se recogieron también en otros dos puntos del globo: Boston (terreno conocido por ellos por la conexión irlandesa), y St. Goarhausen (entonces Alemania Occidental), cortesía del programa Rockpalast 83 de la televisión WDR.

El álbum contiene los éxitos de War, October y Boy. A pesar de su corta duración, poco más de media hora, un documento como Under a blood red sky muestra la intensidad, la energía de un grupo en estado de gracia, cuatro músicos ambiciosos y combativos. I will follow fue el single seleccionado; The Electric Co. y una propicia 40 con la que cierran capítulo completan su función.

Sin lugar a dudas, War (1983) fue el disco que colocó a U2 en otra dimensión. En su consiguiente gira, de la que se extrae Under a blood red sky, cambian recintos más pequeños por un mayor aforo. Es decir, más repercusión y más expectativas.

Con esta gira U2 tenían varios retos por delante, entre ellos establecer un fuerte nexo de unión y comunicativo con su parroquia, cada vez más entusiasta. Las canciones de War eran perfectas para ese objetivo, Sunday bloody sunday y New year’s day tenían un discurso más agresivo que lo que proponía el repertorio de Boy (1980) y October (1981). En efecto, Sunday bloody sunday tenía un poder reivindicativo, Bono agitaba una bandera blanca mientras la cantaba, si bien siempre insistía en que no era canción rebelde.

Jimmy Iovine se encargó de la producción del disco, las mezclas se llevaron a cabo en The Hit Factory, en Nueva York, bajo la supervisión de Shelly Yakus. A él le avalaba su trabajo junto a Bruce Springsteen y Patti Smith. Ese era el comienzo de una relación duradera. También colaboró con Rattle and Hum (1988) e intervino en la creación del sello de U2.

En 2008 The Edge remasteriza el disco para una nueva edición, de nuevo coincide con U2: Live at Red Rocks, que se edita por fin en DVD.

Este domingo 13, nueva entrega de U2 The kiosk collection, Under a blood red sky, por 9,95 euros.

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