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Marcos Ordóñez: “La primera obligación del crítico es hacerse leer”

El crítico de teatro y columnista de EL PAÍS habló con los lectores cada miércoles

El crítico de teatro y columnista de EL PAÍS Marcos Ordóñez.
El crítico de teatro y columnista de EL PAÍS Marcos Ordóñez.CONSUELO BAUTISTA

El crítico de teatro y columnista de EL PAÍS charló con los lectores cada miércoles de obras, actores, series, películas.

1Antonia Iborra 25/11/2015 13:09

Señor Ordóñez, ¿sigue usted algún decálogo a la hora de escribir sus críticas teatrales?

Hombre, Antonia, tanto como un decálogo no diría yo… Puede ser que lo tenga, después de tantos años, pero a saber dónde lo habré puesto. De momento me vienen tres sabios preceptos a la cabeza, que copio aquí e intento seguir siempre que puedo. 1) “La primera obligación del crítico es hacerse leer” (Max Beerbohm). 2) “No hay objetividad. Nos basamos en nuestro gusto y nuestro humor. Es imprescindible, entonces, que el crítico se forme el gusto y controle su humor”. (Jules Renard). Y 3, este pasaje de Cyril Connolly: “El mejor periodismo ha de parecerse a una gran conversación. No tiene por qué consistir en lo que la gente dice, pero no debería incluir nada que no pueda decirse”. (Seguiré pensando. Ya irán saliendo más. ¡Gracias por el interés!)

2Fans Total 25/11/2015 13:12

Buenos días. Recuerdo que le gustó mucho La grande bellezza de Paolo Sorrentino. ¿Ha visto "Youth", su úlltima película?

Me dicen que está al caer, y cuento los días, Fans Total. De momento, la he leído. Sí, aunque te suene raro: los dos ultimos guiones de Sorrentino, a caballo entre guión y relato, publicados en Italia, te “hacen ver” la película. Bueno, una parte, claro. Y aunque no lo pillo todo (no se me da muy bien el italiano), lo que he leído me parece sensacionalmente escrito. Los diálogos entre Fred Ballinger y Mick Boyle, esos dos viejos amigos (director de orquesta el primero, cineasta el segundo), no tienen desperdicio: me recuerdan los mejores momentos de “A través del río y entre los árboles”, de Hemingway. O, todavía mejor, de “Islas en el golfo”, su última, espléndida y olvidada novela (que te recomiendo mucho si no la conoces). Volviendo al asunto: como vi el reparto de la película en IMDB, me resultaba complicado leer el guión de “Youth” (me resisto al original,“Giovinezza”, porque me suena al himno de las juventudes fascistas: nada más lejos de Sorrentino) y no imaginar a Michael Caine y Harvey Keitel, que, según parece, están enormes, para variar. Tampoco ha sido fácil leer las frases de Lena Ballinger y no ver el rostro (y el cuerpo) de Rachel Weisz. Por cierto ¿nadie se anima a publicar sus guiones aquí, “La grande bellezza” y “Giovinezza” en un mismo libro? Valdría la pena.

3Fernando Peñarroya 25/11/2015 13:19

Señor Ordóñez, ¿cuáles serían sus cuentos favoritos?

Los primeros que me vienen a la memoria: “El beso” (Chejov), “Un día perfecto para el pez plátano” (Salinger), “Cometa” (James Salter), “Las joyas de los Cabot” (Cheever), “Seguir de pobres” (Aldecoa), “En memoria de Paulina” (Bioy), “Regreso a Babilonia” (Scott Fitzgerald), “Ridder y el pisapapeles” (Julio Ramón Ribeyro), “Signos y símbolos” (Nabokov), “Bailando para Parker” (Gonzalo Suárez). Y los cuentos de Calders y Mercè Rodoreda, y un buen montón (menos los más brutales) de Ana María Matute…Y en un desván oscuro pero fresco, tantos y tantos maravillosos cuentistas descubiertos en la infancia o la primera adolescencia: Wilde, Saki, O’Henry, Maupassant, Bradbury, Stephen King, Richard Matheson… y los escritores “de a dólar” que nunca he olvidado, en revistas como “Hitchcock Magazine” o “Ellery Queen’s Mistery Magazine”. Mira como recuerdo sus nombres: C.B. Gilford, Henry Slesar, Jack Ritchie, Margery Allingham…

4Dolors Iborra 25/11/2015 13:21

Sr. Ordóñez, ¿Ha visto “Vilafranca”, lo nuevo de Jordi Casanovas?

Me pareció bien escrita y bien armada, Dolors, pero tuve la sensación de que la historia de “Vilafranca” ya me la habían contado muchas veces y con más pegada: creo que mejoraría con unos cuantos cortes, sobre todo en el primer acto. Y sin la azucarada banda sonora también. En el reparto, eso sí, hay actores sensacionales: me robaron el corazón los padres, Manel Barceló y Marta Angelat, y la hija mayor, Llüisa Castell, que bordan sus personajes. Es posible, pienso también, que el dibujo del alzheimer del patriarca, muy bien plasmado por Casanovas en el texto y por Barceló en escena, me resultara demasiado doloroso. Me sedujo mucho más el vuelo narrativo de “Una historia catalana” y “Patria”, las otras dos entregas de la trilogía (e “Idiota”, su pieza más reciente, que también me gusta mucho).

5Fans Total 25/11/2015 13:30

Maestro, ¿quiénes son los críticos de los que más ha aprendido?

Los primeros, a los que leí con mayor disfrute y aprovechamiento, fueron Alfredo Marqueríe y Joan de Sagarra. Luego descubrí a los franceses: Jean-Pierre Thibaudat, (Libération), su tocayo Leonardini (L’Humanité), y Frederic Ferney (Figaro). Llegaron después los ingleses: Kenneth Tynan (al que descubrí tarde y en recopilaciones, porque reinó en los 50-60), Michael Billington (el decanísimo, que sigue en el Guardian), y Charles Spencer (del Evening Standard, que se retiró hará unos meses: tan reaccionario como Marqueríe, pero más gracioso). Hace poco descubrí, con retraso, a Susannah Clapp, del Observer. Americanos: fundamentalmente, Frank Rich (que reinó en el New York Times desde los 80 a primeros 90: recomiendo “Hot Seat”, un tochazo imprescindible) y su archienemigo, Robert Brustein (Village Voice), que cada vez me fue gustando menos: prefiero sus ensayos, con “The Theatre of Revolt” a la cabeza. Ahora leo con placer (aunque no siempre me convence) a Ben Brantley (NYT). Y releo las crónicas de John Lahr en el New Yorker. Hay más, por descontado, pero esos han sido fundamentales para mí.

6Emilio Ballester 25/11/2015 13:34

Marcos, dos preguntas sobre Sinatra, del que este año se cumple el centenario de su nacimiento: ¿Capitol o Reprise? y ¿qué tal como actor? Muchas gracias.

Hola, Feli. Si tuviera que elegir entre tanta maravilla, empezaría por Columbia y por “Sinatra sings Rodgers and Hammerstein”. De Capitol (para mí, sus mejores años y sus mejores arreglistas, con Nelson Riddle y Billy May a la cabeza), me llevo “Only the Lonely”, “In the Wee Small Hours”, “Come Fly with Me” y “A Swingin’ Affair”. De Reprise, “September of my Years”, “Sinatra at the Sands” (que contiene el mejor “Fly Me to the Moon” de la historia, “¡at the right tempo!”), “Francis Albert Sinatra y Antonio Carlos Jobim” (su cumbre incontestable de finales de los sesenta) y el arriesgadísimo y olvidado “Watertown”. ¿Que que tal como actor? Filmoteca indispensable: “De aquí a la eternidad”, “El hombre del brazo de oro”, “El mensajero del miedo”, “Guys and Dolls”, “Pal Joey”, y mi absoluta preferida, “Como un torrente”, de Vincente Minnelli, donde está también el mejor trabajo de su cofrade Dean Martin (exaequo con “Bésame, tonto”, de Wilder).

7Coronel Sartoris 25/11/2015 13:38

Buenas tardes Marcos, después de tu recomendación de la correspondencia entre Rosa Chacel y Ana Maria Moix estoy intentando encontrar en librerías de segunda mano los diarios de la primera, Alcancia. Me gustaría conocer tu opinon sobre ellos. Muchas gracias y un saludo.

Hola, Coronel. Aquí Quentin Thompson. Son dos tomos, sí: “Alcancía” (Ida) y “Alcancía” (Vuelta). Los publicó Seix Barral a principios de los ochenta. No confundir, ojo, con “Estación ida y vuelta”, que fue su primera novela publicada, en los años treinta, y luego reeditada varias veces. Los leí con avidez. Es la Chacel más “desabrochada”, aunque ella nunca se desabrochaba del todo escribiendo. Quiero decir que aquí tiene la lengua sueltísima, cosa que a veces es estupenda y en otras acaba cansando un poco, porque brotan y se agolpan demasiados rencores y ajustes de cuentas. Desde luego, nadie podrá acusarla de guardarse cosas en el buche. La parte de su retorno a Madrid tiene entradas tremendas, porque se encuentra con un montón de sinsorgadas y, naturalmente, el Madrid de su juventud queda muy atrás, como un planeta irrecuperable. Y como su juventud misma, por supuesto. He rebuscado y veo que esos diarios los reeditó Plaza en el noventa y algo: prueba por ahí. Y hay unos “Diarios” que publicó la Fundación Jorge Guillen, en Valladolid, en 2004, dentro de sus obras completas. No conozco esa edición: imagino que son las “Alcancías”, quizás con algun añadido.

8Danny Coughlin 25/11/2015 13:47

Hola Marcos, has leído los cómics de "las aventuras del Teniente Blueberry", cuales son tus historietas preferidas? He oído que "La mina del alemán perdido" es de lo mejorcito. Gracias.

Hola, Danny. Nunca fui muy seguidor de Blueberry (creo que Jacinto Antón es tu hombre: tendrías que preguntarle a él). De la época Pilote abracé la causa del formidable Aquiles Talón, algo así como el primo gordo de Monsieur Hulot, que, si no recuerdo mal, asomó por primera vez la napia en el “Din Dan”. Recuerdo, sin embargo (eso sería a finales de los sesenta) que de las aventuras de Blueberry me gustó mucho el álbum “Chihuahua Pearl”. ¿Por qué no reincidiría yo? Misterio. En esos años, los tebeos provocaban pasiones grupales, y en el patio de mi colegio venerábamos la serie B (e incluso Z) de Selecciones Vértice, con Max Audaz, Zarpa de acero y Kelly Ojo Mágico en lo alto del top ten, a veces muy torpemente redibujados y mal encuadernados, pero así son las pasiones. Sin descabalgar nunca a Hergé ni a Goscinny/Uderzo: Tintín y Asterix eran tan intocables como los Beatles. Y casi a escondidas seguíamos leyendo, porque eran "cosas de críos", las tronchantes entregas de Disney ("Andes lo que andes no andes por los andes", "El imperio del pedrusco", "Dos duros pavos", y una larguísima lista) y las cumbres de Ibáñez ("Contra el gang del chicharrón", "¡Valor y al toro!", "El sulfato atómico", etcétera). Siguen siéndolo para mí.

9Miguel Ángel Herrero 25/11/2015 13:52

Saludos Marcos! Tengo un amigo que se dedica al teatro amateur y que quiere montar algo para dos personajes o un monólogo. No tiene mucho tiempo así que necesita un proyecto pequeño. Él me ha hablado de "La soledad de los campos de algodón" de Koltés y de "El amante" de Pinter. Yo le he hablado de "El montacargas" del propio Pinter. No sé si te viene a a la cabeza algún otro texto para uno o dos personajes de otros autores que podrían ponerse en pie a nivel amateur, que recuerdes o que te hayan llamado la atención

Hola, Miguel Ángel. Hay cientos, miles de monólogos y diálogos, así que voy a ver dónde me lleva la memoria inmediata. De entrada ya te digo que el de Koltès es complicado si tu amigo está empezando. Si tiene más experiencia, se puede lanzar. Yo te/le sugeriría las cosas más risueñas de Chejov (los “vodeviles, les llamaban en su época) como “El oso” y “La petición de mano”. También las piezas breves de Sanzol, que son maravillosas, y tiene monólogos y diálogos para dar y tomar: rastrea en “Sí, pero no lo soy”, “Días estupendos”, “Delicadas” y “En la luna”. Pensando en monólogos se me ocurre ahora “El hombre de la flor en la boca”, de Pirandello, que es muy bonito (y desolador, eso sí). De Pinter, mejor “El montacargas” que “El amante”, para mi gusto. Busca entre las obras de un acto, como “A kind of Alaska”, aunque ahí quien se lleva la función es la actriz.

10Isra Post-punk 25/11/2015 13:54

Hola. La música de Curtis Mayfield del período 1970-75 me parece atemporal. Que forma de hacer bailar y pensar a la vez.

Bueno, la época de los Impressions también es extraordinaria, Isra. Pienso en Mayfield en solitario y me vienen a la cabeza los grandes álbums “conceptuales” de la música negra de los primeros setenta, denunciando la dureza de la vida en el ghetto (y en los USA en general): a la lista de “What’s Going On” (Marvin Gaye), “Innervisions” (Wonder), y “There’s a Riot Going On” (Sly Stone) habría que añadir, desde luego, el “There’s No Place Like America Today”, de Mayfield. Sin olvidar su primer (creo) trabajo en solitario, “Curtis”, con el esplendoroso “Move On Up”, y la banda sonora de “SuperFly”, menos adoradora de los excesos de las pelis de blaxploitation que el “Shaft” de Isaac Hayes, por ejemplo. Ah, ah, me olvidaba: otro gran disco en esa línea reivindicativa (y siempre bailable, ojo) es “Winter in America” (donde está “The Bottle”), de Gil Scott-Heron. (Te lo digo por si no lo conoces: siempre se tiende a subvalorar un poco a Scott-Heron. Apúntate también “From South Africa to South Carolina”). Y volviendo a Mayfield, pilla un DVD de un concierto suyo en el festival de Montreux: canela fina. Como casi todo lo que hizo, por otra parte.

Bueno, esta semana he echado de menos a algunos habituales del chat. Volved y traed amigos: lo sé, hay que registrarse y da pereza, pero es un momento y no duele. Durante la sesión ha sonado la delicada voz de Duncan Browne ('Journey: The Anthology 1967-1993'), al que no escuchaba desde la época de Metro, y que la semana pasada me redescubrió Carlos Pardo. Gracias a todos los presentes, y la sabia supervisión y apoyo espiritual y técnico de Manolo ('Soy minero') Morales. ¡Hasta el miércoles próximo!

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