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Andy White, baterista del primer ‘single’ de Los Beatles

Tocó en 'Love me do', 'P.S. I love you' y también en su primer gran éxito, 'Please please me'

Diego A. Manrique

Andy White, escocés de Glasgow (1930), murió el lunes 9 de noviembre en New Jersey (Estados Unidos), a los 85 años, tras sufrir un ictus. Baterista profesional, White fue convocado el 11 de septiembre de 1962 a los estudios de Abbey Road, donde se grababa el primer single de The Beatles, tras un intento frustrado unos días antes.

El productor, George Martin, era un hombre acostumbrado a mandar y, para lo que nos ocupa, muy quisquilloso respecto al ritmo. Ya había logrado que el grupo de Liverpool prescindiera de su primer baterista, Pete Best, y también tenía dudas respecto al pulso de su sustituto, Ringo Starr. Este se quedó consternado cuando llegó al estudio londinense y se encontró con un session man montando su instrumento, una apreciada batería Ludwig.

Los Beatles no estaban en situación de protestar y aceptaron la imposición del hombre que les había fichado para el sello Parlophone. La grabación se desarrolló sin problemas; Ringo se limitó a tocar pandereta o maracas. Nunca olvidó la afrenta. Durante la entrevista para la historia oficial del grupo, The Beatles anthology, Starr contaba que, aunque George Martin se había disculpado en muchas ocasiones, todavía lo recordaba como uno de los peores momentos de su vida. A todo esto, la decisión de llamar a un músico profesional partió de Ron Richards, entonces asistente de Martin.

Para Andy White, fue otra sesión más en un estudio que visitaba regularmente. Oficialmente, tocó en Love me do y P. S. I love you. Años más tarde, afirmó que reconocía el sonido de su batería en el primer número uno de los Beatles, Please please me; en 1962, no se desperdiciaba el tiempo de estudio. Por tres horas de trabajo, cobró la tarifa estándar: cerca de seis libras esterlinas, incluyendo el plus por traerse su propio instrumento.

Se entiende el modus operandi de la industria musical a comienzos de los sesenta. Primero, la búsqueda de la eficiencia, resolviendo rápidamente problemas reales o imaginados. Segundo, la carencia de egos: Paul McCartney y John Lennon no rechistaron y Ringo asimiló las soluciones rítmicas de Andy para sus interpretaciones en directo; es posible, para Please please me, el propio White partiera de la toma previa realizada por Starr.

Sin saberlo, Andy White entraba en la leyenda: se convirtió en otro candidato más al mítico título de “quinto beatle.” Aunque disfrutó colaborando con un grupo que componía sus propios temas, entonces algo insólito, su principal amor siguió siendo el jazz y las big bands. Para él, fueron bastante más placenteras las sesiones con Tom Jones o Burt Bacharach.

Casado con una actriz de doblaje estadounidense, en los años ochenta se instaló en Caldwell, un pueblo de New Jersey. Especialista en tocar con bandas de música tradicional escocesa, se olvidó del pop hasta que The Smithereens le pidió que participara en un disco de versiones de The Beatles. Profesor de percusión, también dio clases de batería a Steve van Zandt, mientras este interpretaba el papel de Silvio Dante en Los Soprano.

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