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CÁMARA OCULTA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Los llamados técnicos

El Premio Nacional de Cinematografía ha sido mayoritariamente para directores, guionistas, productores y actores. Solo 9 de más de 40 galardones han sido para otras disciplinas

Ahora que el premio nacional de Teatro ha recaído muy justamente en el diseñador de vestuario Pedro Moreno, se puede recordar que en su equivalencia en el cine solo la diseñadora Yvonne Blake recibió en 2012 el Premio Nacional de Cinematografía al diseño de vestuario, siendo ella la única de su especialidad en obtener esta distinción. Porque desde su creación hace 35 años el Premio Nacional de Cinematografía ha sido mayoritariamente para directores, guionistas, productores, actores y actrices, 33 en total, salvo error u omisión. Solo un montador (Pablo del Amo en 1983), dos técnicos de sonido (Enrique Molinero en 1986 y Luis Castro al año siguiente), dos directores de fotografía (Juan Mariné en 1994 y Javier Aguirresarobe en 2004), un director artístico (Félix Murcia en 1999), dos compositores (José Nieto en 2000 y Alberto Iglesias en 2007) y un crítico de cine (José Luis Guarner en 1993 a título póstumo), se han salido de la norma, y ello gracias a que en varias ocasiones este premio nacional ha sido compartido.

Según los directores generales del cine que presiden los comités de decisión del premio, el criterio ha ido cambiando según sus gustos, pero han solido coincidir en que los ganadores sean nombres conocidos por el gran público. “Queremos mañana la portada de los periódicos”, aseguró una vez uno de ellos, “y a un técnico nadie lo conoce”, y se quedó tan fresco el buen señor, ignorante de que también hay técnicos que suelen ser además auténticos artistas. Es, por ejemplo, el caso de Pedro Moreno que antes de ser premiado por su actividad en el teatro obtuvo el Goya en dos ocasiones, a pesar de que sus trabajos en el cine han sido hasta ahora menos que en los escenarios. Sus premios Goya fueron por el diseño de vestuario de El perro del hortelano (1996), de Pilar Miró, y por Goya en Burdeos (1999), de Carlos Saura. Dos magníficos trabajos.

Sin discutir en ningún caso la valía de quienes hasta ahora han sido distinguidos con el premio Nacional de Cine, la ocasión del recibido ahora por Pedro Moreno en teatro permite recordar a los representantes del Ministerio de Cultura que rigen esta distinción que hay muchos “técnicos” anónimos fuera del gremio, con maestría en su trabajo como para ser recordados… y en su caso galardonados. Hasta la fecha, un total de solo 9 entre más de 40 premios no es para echar campanas al vuelo. A ver qué piensan al respecto los ministros o ministras en el futuro que se acerca.

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