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Tribulaciones de un reportero

'La isla de los ingenios' es un compendio de las historias de Fernando García del Río. Algunas las contó en sus crónicas y otras no, como su propia expulsión de la isla

Miguel González

Fernando García del Río (Santander, 1962) no se engañó a sí mismo cuando La Vanguardia lo envió como corresponsal a Cuba, en 2007. A pocos meses de que Fidel Castro hubiera caído enfermo, su misión era, aunque sus jefes no se lo dijeran así de claro, cubrir una sola noticia: la muerte del último líder comunista de occidente. Cuando tuvo que regresar a España expulsado por el régimen, cuatro años después, Fidel seguía vivo y coleando, dispuesto a enterrar a cuantos se habían repartido prematuramente su mortaja. Es posible que ello frustrase a alguno de sus jefes, pero no a él, convencido de que, más allá del ritmo exasperantemente lento de las reformas prometidas por Raúl, el menor de los Castro, “Cuba era un país que merecía ser contado”, un lugar donde no faltaban historias. Y él salió en su busca.

“La isla de los ingenios” es un compendio de esas historias. Algunas las contó en sus crónicas periodísticas y otras no, como su propia expulsión de la isla, para no poner en peligro la continuidad de la corresponsalía o porque, como él mismo dice y muchos compañeros de profesión olvidan, “los periodistas no somos la noticia”.

Desde el ingenio de los cubanos para convertir sus viejas lavadoras-secadoras soviéticas en bañeras de hidroterapia o ventiladores, burlando tanto la escasez de electrodomésticos como las restricciones al consumo de electricidad, hasta la historias de Perico, el “chivo revolucionario”, o la momia de doña Josefa Petronila Margarita Ponce de León Heredero, una dama española de alta alcurnia del siglo XIX, desfilan por sus páginas. Fernando se acerca a ellas con una mirada irónica y amable, como el viajero dispuesto a sorprenderse a cada paso y, a la vez, escéptico y descreído porque, como le recomendó un disidente, “en Cuba no creas nada de lo que oigas y casi nada de lo que veas”.

El libro es una crónica del dilema del régimen castrista, que sabe que debe reformarse para sobrevivir y es incapaz de hacerlo, porque su mayor enemigo, más letal que el embargo estadounidense, lo tiene dentro: la pesada burocracia que, celosa de sus privilegios, sabotea cualquier intento de apertura para que entre algo de oxígeno.

Pero también es un libro de viaje: un recorrido de punta a punta de la isla, lleno de baches y socavones, con salto de 90 millas incluido a La pequeña Habana, en Miami; y un viaje a través del tiempo, hasta mediados del siglo pasado, donde siguen ancladas muchos de sus localidades. No sólo interesará a quienes quieran conocer los entresijos del Partido Comunista Cubano o la disidencia, sino también a los que busquen un atlas para orientarse en la geografía humana de este pueblo que mira de cara a los ciclones sin perder la sonrisa. Ya tú sabes.

La isla de los ingenios. Fernando García del Río. Península. Barcelona, 2015. 335 páginas. 18,90 euros.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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