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Belize, de la autoproducción a Warner

El grupo edita su primer álbum, donde incluye la trilogía de sus 'singles' hechos en casa

De izqda. a dcha: Pablo García, Ana Fuertes, Ángel Fuertes y María Fernández, cuatro de los componentes de Belize.
De izqda. a dcha: Pablo García, Ana Fuertes, Ángel Fuertes y María Fernández, cuatro de los componentes de Belize.Samuel Sánchez

El proyecto de Belize nació de un concierto en un garito de Pamplona una noche de 2006. Ángel Fuertes, actual vocalista de la banda, era guitarrista en otro grupo. Pablo García, que ahora se encarga del bajo y el sintetizador, estaba entre el público. “Aluciné al ver cómo Ángel tocaba la guitarra”, asegura García, “y me acerqué a decírselo”. Un rato después ya estaban juntos en el escenario tocando una canción de Dire Straits. “A la gente le gustó, ¿eh?”, recuerdan entre risas. Así se conocieron y, durante los siguientes siete años, recorrieron distintas formaciones hasta unirse los seis amigos con los que en 2013 formaron finalmente Belize.

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El primer disco de la banda, que salió a la venta el pasado 11 de septiembre, tiene una base ligeramente electrónica, envuelta en música más acústica y vocal. Los chicos de Belize intentan buscar sonidos nuevos, exploran e investigan las opciones que tienen en sus manos. En 2013 estrenaron Egos, su primer sencillo. Le siguieron Teenage wasteland y Ritmos. Todas son canciones acompañadas de videoclips con una estética muy cuidada, que han trabajado en casa a lo largo de varios años y están muy pensadas y medidas al detalle, cuentan ellos.

Cuando se estrenó, Egos se compartió sin parar en las redes sociales. La visibilidad que les dio este éxito llamó la atención de varias personas del sector musical que se interesaron por el proyecto, entre ellos Manuel Notario, su manager. Los chicos de Belize se unieron a Warner Music porque pensaron que era "la discográfica que más respetaría su manera de hacer las cosas" y que les daría "más independencia en el plano artístico".

El disco de la banda en formato físico.
El disco de la banda en formato físico.Belize

Sacaron los singles utilizando sus propios medios y los utilizaron para guiar al público a través de su obra. Publicaron una canción acompañada de un vídeo, elaborado por ellos, y de fotos también suyas. “Pensamos: os contamos una primera historia con todos sus componentes. Y luego, dentro de dos meses, os enseñaremos otra historia diferente”.

Así, fueron describiendo las etapas de un viaje que se completa con la publicación del LP. Para ellos es muy importante que el público lo entienda como un disco conceptual. “Les hemos ido dando pinceladas y ahora les regalamos el cuadro”, concluye María Fernández, de 23 años, que se encarga de la viola, el coro y el teclado. Completan la formación Ana Fuertes, vocalista y hermana de Ángel; Juan Rubio, que toca la guitarra; y Vicente Hidalgo, que se encarga de las secuencias y los samples.

Apostaron por dos voces principales que interactúan en forma de diálogo. Les parecía más bonito. Y a partir de este formato surgió la idea de los personajes. Ángel Fuertes se define como más calmado y racional. Y su hermana, como más espontánea y visceral. Intentan que esto se refleje en las canciones y que también se pueda interpretar como un diálogo interior, explica Fuertes. “Es un conflicto entre esa voz interna que dice 'anímate' y la otra que contesta 'pero da miedo'.

Ahora solo les queda defender las canciones en directo. “Y no es poco”, reconoce María Fernández. Estrenaron formación en el escenario de la Plaza del Trigo del festival Sonorama, el agosto pasado. Reconocen que sintieron un poco de presión porque “es un escenario muy exigente”. Pero cuando vieron que los espectadores se sabían la letra de Egos, dejaron que les envolviera el ambiente relajante y chill out que ellos mismos crean.

Ángel y Ana Fuertes, María Fernández y Pablo García, dicen que no hay nada en su carrera musical que les dé miedo. Solo temen "dejar de disfrutar de la música y de estar juntos", aunque añaden, entre risas, que no creen que eso vaya a pasarles. La gira de presentación de su disco, que también se llama Belize, empieza este otoño.

"No queremos rompernos, somos mucho más tranquilos"

Los chicos de Belize dicen que no quieren ser un grupo festivalero. Les gustan esos eventos y son conscientes de que son un gran altavoz: "No te puedes cerrar a tocar en festivales. Eso es una tontería y además no es lo que queremos", aseguran. Lo que quieren es exponer su trabajo y creen que los escenarios de un gran festival "son una plataforma de lanzamiento perfecta". Pero conocen sus limitaciones. "Lo nuestro no es ser como Crystal Fighters: somos más tranquilos y queremos hacer algo más detallista. No tenemos intención de rompernos".

A pesar de que esa intimidad es difícil de lograr en un escenario grande, uno de sus sueños es poder tocar en los festivales a los que han estado yendo desde siempre. Como el Escenario Verde del FIB: "No me imaginaba que en algún momento podría ser posible que se abriesen esas puertas. No es que ahora estén abiertas, pero es más posible que pase", explica Pablo García, uno de los componentes de la banda.

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