El duende de Carmen París toma el festival de Friligiana

A veces pasa eso que llaman magia, o duende, o conexión cósmica, o simplemente momentazo. Sucedió la noche del viernes en el escenario principal del Festival de las 3 Culturas que se está celebrando en la ciudad malagueña Frigiliana del jueves 27 al domingo 30. Sobre su tarima estaba Carmen París cantando acompañada por el grupo ZooBazar, con el que de vez en cuando se mezcla para seguir el proceso de evolución de su vocación jotera de inspiración universal que puede llevar sus canciones a las tonalidades del Caribe, al jazz, a África profunda o a su norte más árabe. Oriente y Occidente de la mano, compartiendo ese Mediterráneo de esperanza y también de tragedia.

Sucedió en Frigiliana, cuando casi parecía que acababa el recital de la París con el Zoobazar. Hasta ese momento todo había sido descomunal, hermosamente bello. Zoobazar es un cuarteto inimaginable. El laúd árabe, el bouzouki o el saz turco de Amir John Haddad; el violín, serrucho y mandolina de Diego Galaz, el bajo de Héctor Tellini y las percusiones de Pablo Martin Jones construyen hermosos universos sonoros que entroncan con los sonidos mediterráneos y la impronta de los pueblos y culturas que a lo largo de los siglos han cruzado la península ibérica.

Cuando a esos cuatro monstruos se les une la voz de Carmen Paris, aquello se transforma. Pacas saben sacar tatos recursos a su garganta. Y abordan repertorio común, y eso que Zoobazar es un cuarteto instrumental y Carmen solo añade coros en las canciones ajenas. Cuando canta las suyas, Pa’mi genio, Jota mora o Rompiendo la ola, que una vez llegó a cantar frente al muro palestino, suena maravillosamente distinta a como la conocemos. Un mundo de vocaciones se abre ante el oyente, sobre todo cuando estrena un bolero, aun sin grabar, que también puede parecer un fado, o una melodía turca.

Siendo también espléndido, el momento no fue el de ese bolero. Antes que Zoobazar con Carmen Paris, habría tocado en ese escenario el trio del flautista y saxofonista Javier Paxariño, muy entroncado también con las evocaciones mediterráneas de todas las orillas. Nadie sospechaba que al final de Zoobazar con Carmen Paris Paxariño volviera a subir tocar de forma improvisada. Ahí se dio el momentazo. Un segundo antes, Galaz le había hecho un guiño al verle debajo de la tarima, y no se cortó de reclamar su presencia desde el micrófono. Paxariño improvisó con su peculiar saxelo el instrumental Fan Faria, del primer disco de Zoobaza. Y ya subió también Josete Ordoñez y aquello se desbocó. El cuarte ya era un sexteto sin comprender muy bien qué había pasado y Carmen París se encontró mas arropada que nunca para hacer sus gorgoritos y exhibir todo el potencial de esa voz solo emitiendo sonidos de sus cuerdas vocales. Para remate Diego Galaz recordó que en ese momento de la medianoche, Amir John Haddad cumplía 40 años, con lo que en medio de la catarsis entre asistentes y músicos se le entonó el recurrente cumpleaños feliz.

Un día antes otro genio, Ara Malikian, había también asombrado a todo el mundo. Malikian, inconmensurable con su violín recurrió también a lo que para él es mas fácil, lanzarse en acrobacias y recurrir a piezas conocidas de todos los tiempos.

Para esta décima edición, el festival ha decidido echar la casa por la ventana. De esta forma, la única actuación este año en España del músico y cantante hispano galo Manu Chao, tendrá lugar hoy y servirá para echar el cierre.