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Una expedición documenta los tesoros dejados por Odyssey

El buque 'Ángeles Alvariño' atraca en Cartagena tras la primera campaña de arqueología subacuática hecha por España a los restos de la fragata hundida en 1804 en el Atlántico

Una placa depositada a 1.138 metros de profundidad en el lecho del océano Atlántico, frente a las costas del Algarve portugués, recuerda ahora a los más de 265 tripulantes y pasajeros de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, hundida por los ingleses el 5 de octubre de 1804 cuando intentaba arribar a España con una valiosa carga. El gesto no solo pretende honrar a las víctimas de una infamia (la fragata se fue a pique tras la firma del tratado de Amiens con los ingleses) sino que supone un salto cualitativo en la manera de tratar los yacimientos arqueológicos subacuáticos que el Gobierno español quiere poner como ejemplo en los foros internacionales.

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Ese homenaje existe desde el pasado 20 de agosto cuando miembros de la primera expedición de científicos que ha analizado el pecio de La Mercedes depositaron la inscripción en el yacimiento. El Ministerio de Cultura y el equipo de científicos integrado por personal del Museo Nacional de Arqueología Subacuática y el Instituto Español de Oceanografía, dirigido por Iván Negueruela, presentaron ayer en Cartagena (Murcia) los primeros resultados de la expedición que ha analizado el pecio. La misión de los científicos era documentar el yacimiento arqueológico tras el saqueo realizado en 2007 por la empresa Odyssey, que intentó hacerse con la propiedad de casi 600.000 monedas de oro y plata procedentes del buque español hundido 200 años antes.

Rescate de piezas

Tras Un largo pleito en los tribunales estadounidenses, en los que se contrapuso el derecho de rapiña representado por Odyssey frente a la defensa del patrimonio esgrimida por el Gobierno, España hizo valer sus derechos y recuperó el tesoro en 2012. Sin embargo, quedaba pendiente la tarea de comprobar cuál era el estado del pecio de La Mercedes y qué era lo que Odyssey había dejado tras el expolio en el fondo del mar. Negueruela propuso en marzo al Ministerio de Cultura realizar una expedición; el Gobierno aceptó y, tras varios meses de preparación, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño partió a principios de agosto en busca de los restos de la fragata.

El robot utilizado en la excavación subacuática del pecio de la fragata 'Mercedes'.
El robot utilizado en la excavación subacuática del pecio de la fragata 'Mercedes'.

La campaña arqueológica realizada entre el 18 y el 23 de agosto con ayuda de un robot adaptado para trabajar a grandes profundidades, ha permitido que los científicos realicen un mapa detallado del yacimiento que incluye la localización de centenares de objetos de La Mercedes. La expedición ha logrado rescatar una docena de piezas metálicas de gran valor arqueológico que corrían riesgo de desaparecer o cuya ubicación facilitaba la extracción. Se trata de un cañón de bronce de 80 centímetros, una maja de almirez de oro y una palmatoria y elementos de una vajilla de plata.

Asimismo ha acumulado horas de imágenes para realizar un documental de 50 minutos que realizará Javier Trueba, tras haber ganado la convocatoria del Ministerio.

El ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, que recibió ayer a los expedicionarios en Cartagena, aseguró que la actuación arqueológica pone a España “a la vanguardia de la protección del patrimonio subacuático” y quiere que sirva de ejemplo en la Unión Europea.

Para el jefe de la expedición y director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Iván Negueruela, la expedición ha superado las expectativas: “Nosotros queríamos documentar los objetos, justo lo que no quería hacer Odyssey y esta expedición era la mejor manera de plantarles cara. Para nosotros ha sido mucho más que emocionante”

El investigador tras analizar el pecio, que ocupa una superficie aproximada de 150 metros de largo por 140 de ancho, no se atreve a especular sobre los daños cometidos por Odyssey en el yacimiento porque desconoce en qué estado se encontraba. El director del Arqua sí ha constatado que los cazatesoros “barrieron, seguramente con unas palas de hierro, el primer estrato” del yacimiento para recoger las monedas de plata y oro depositadas en el fondo marino y que ignoraron cualquier objeto difícil de comercializar.

¿Nueva inmersión?

El ministro de Cultura indicó que recabará toda la documentación obtenida y que abordará la cuestión con el Ministerio de Justicia antes de decidir si hay base suficiente para llevar a Odyssey a los tribunales por posibles daños en el yacimiento.

Negueruela, tras el resultado obtenido, quiere ahora convencer al Ministerio de Cultura para que organice una segunda expedición, de unos diez días, que permitiría completar los trabajos y extraer selectivamente las piezas arqueológicas más valiosas, entre las que casi con toda seguridad se incluirían piezas de vajilla, monedas, lingotes para fundición y cañones. “Con esa segunda expedición se podría cerrar el pecio de La Mercedes”, señaló el experto, que confía en que el sistema utilizado se pueda utilizar en otros pecios españoles situados en aguas internacionales y que están documentados en el Archivo de Indias. Méndez de Vigo evitó comprometerse públicamente con los investigadores pero admitió que “el éxito es un acicate para continuar” y un activo que quiere incorporar a la marca España.

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