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Romero: “El Corredor de Chapultepec es una oportunidad única”

El arquitecto defiende el polémico proyecto que cambiará la fisionomía de la Ciudad de México

Juan Diego Quesada
El arquitecto Fernando Romero
El arquitecto Fernando RomeroRODOLFO VALTIERRA

El nuevo gran proyecto urbanístico que le cambiará la cara a la Ciudad de México consiste en conectar el bosque de Chapultepec, el Central Park mexicano, con la Glorieta de los Insurgentes. Lo hará mediante una pasarela peatonal de dos alturas y 1.3 kilómetros de largo que atravesará avenida Chapultepec, una calzada por la que corrió por primera vez el tranvía y en cuyo subsuelo se construyó la primera línea de Metro. Hoy en día es un bulevar abandonado, repleto de tráfico y comercio ambulante. Para el peatón resulta una proeza cruzar de un lado a otro de esta avenida que discurre casi paralela al Paseo de la Reforma, centro financiero y comercial de la capital.

El encargado del diseño es el mexicano Fernando Romero, el arquitecto de 43 años que también levantará el nuevo aeropuerto junto al premio Pritzker Norman Foster. El proyecto impulsado por el jefe de Gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, cuenta con la oposición de urbanistas y ambientalistas que lo consideran demasiado invasivo y pensado para generar beneficios privados. Del coste de la obra, prevista en 18 meses a partir de su inicio, se encargará la mayor parte el banco Invex y unos socios que utilizarán el 18% del espacio como zona comercial durante los 40 próximos años. La inversión es de unos 60 millones de dólares (mil millones de pesos).

Aspecto actual de la avenida Chapultepec
Aspecto actual de la avenida ChapultepecSAÚL RUIZ

Romero defiende con pasión la iniciativa. En un mapa gigante del DF colgado en su oficina, la planta 26 de un moderno edificio, marca con un puntero láser el trazo de la pasarela, que imita las ondulaciones del movimiento del agua. La intervención reordenará el área de transporte público, peatones, bicicletas y coches, ahora mismo caótico, inundado incluso de patrullas de una comisaría de policía cercana.

“Es una gran oportunidad para generar espacio público”, explica Romero, “ahora mismo el 70% del lugar está dedicado al automóvil, con muchas invasiones y poco espacio funcional. Es un infierno cruzar la calle. Queremos invertir esa ecuación: devolverle la ciudad a la gente”.

El anterior gobierno de la metrópoli, con Marcelo Ebrard a la cabeza, había pensado llevar a cabo esta remodelación aunque bajo tierra. Después de estudiarlo, coincidieron en que conllevaba en un riesgo por el tipo de suelo blando sobre el que se asienta el terreno. La alternativa aérea soluciona este problema, y el arquitecto defiende su opción porque la estructura tiene un impacto menor en el sobresuelo, estará forrada de verde y creará sombras, junto con la duplicación de la arboleda, que combatirán el calor del sol sobre la plancha urbana.

El diseño contempla la construcción de una plaza alrededor de los arcos del acueducto que quedan en pie desde la época del virreinato. Un vestigio arquitectónico a punto de ser devorado por la mancha urbana. “Esta plaza será un lugar de reunión, le dará una energía muy vibrante a la zona. A fin de cuentas por nuestro clima es una oportunidad crear terrazas pero no se aprovecha”, añade el arquitecto, que quiere abrir este espacio como las plazas de Madrid, Nueva York o París.

Maqueta del Corredor de Chapultepec
Maqueta del Corredor de ChapultepecFR-EE

Los opositores al proyecto consideran que se trata de una privatización del espacio público. El urbanista Salvador Medina resalta que pareciera diseñado para hacer negocio, sin pensar en el ciudadano. En su opinión, no hay justificación para no construir con dinero público. “Probablemente todo este apegado a la ley, pero hay una decisión política de no hacerlo con luz. Cuando sale el proyecto ya está armado, concesionado”,

El concurso se abrió el 26 de enero y el fallo se asignó el 16 de marzo. “51 días exactos. Es muy difícil que en ese tiempo se haga una propuesta financiera y arquitectónica. Me hace pensar que había grupos con privilegios que tenían información previa”. Romero alega que el proyecto siguió todo el proceso legal establecido, se publicó en la gaceta y si otras opciones hubieran resultado ganadoras otro arquitecto se hubiera ocupado.

La avenida reformada serviría de cohesión a la Roma y la Juárez, dos colonias en auge de la ciudad, e impactaría en la Zona Rosa, un antiguo refugio de escritores y artistas que ha ido perdiendo estilo y glamour para convertirse en un barrio deteriorado donde proliferan after hours, sexshops y karaokes de tres plantas. “Me parece conveniente rescatar esta zona que está muy abandonada”, coincide el delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, del partido de izquierdas Morena, liderado por Andrés Manuel López Obrador, alguien habitualmente contrario a los grandes capitales mexicanos.

“Es una oportunidad única porque es una sección muy amplia (110.000 metros cuadrados) que ha estado abandonada y sin inversión en los últimos 30-40 años. Básicamente es una gran oportunidad de reordenar el perímetro”, continúa Romero.

El proyecto se encuentra en un periodo de consulta ciudadana. 140 vecinos e intelectuales firmaron una carta de oposición a la obra. Otros solicitan que se apruebe el proyecto a través de un referéndum.

-Arquitecto, ¿está abierto a hacer algún cambio en el diseño si así lo solicitara la ciudadanía?

-Toca a las instancias responsables del proyecto por parte de la ciudad llevar esa conversación con la ciudadanía, sintetizar esas recomendaciones y dárnoslas. El Corredor de Chapultepec es una evolución continua donde se ha ido vertiendo el conocimiento de los especialistas y las recomendaciones que la ciudad y muchos expertos nos han ido otorgando. ¿Qué más?

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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