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REGRESO A 1965, EL AÑO QUE CAMBIÓ EL POP (7 y ÚLTIMO) - THE WHO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘My Generation’: La explosión generacional

The Who, frente a la Torre de Londres en 1965.
The Who, frente a la Torre de Londres en 1965.Rue des Archives

1965 fue el año en el que la música pop británica empezó a transformarse en otra cosa, el año en que se fraguó lo que no mucho más tarde sería uno de los pilares fundamentales para una década que cambió el mundo. Como otros grupos fundamentales del momento –Beatles, Stones, Kinks-, The Who pasaron en un tiempo récord de ser una banda de versiones a componer canciones que expresaban el sentir de una nueva generación. En la Inglaterra de 1965, esa generación está en parte representada por una tribu urbana, los mods, la primera en desconectarse de las secuelas de la II Guerra Mundial y, por consiguiente, de la generación paterna. Pete Townshend entendió de inmediato que la rabia adolescente de los mods estaba en sintonía con el espectáculo en directo que era entonces The Who. Música ruidosa tocada a todo volumen creada por cuatro elementos que hacían del caos una disciplina.

Los finales apoteósicos de los conciertos, con Townshend destrozando su guitarra y Keith Moon pateando la batería llamaron la atención de Kit Lambert. Empresario del mundo cinematográfico que vio claro potencial de negocio en la nueva escena musical, se convirtió en mánager de The Who. Aunque tenía como socio a Chris Stamp, fue él quien ejerció mayor influencia sobre el cuarteto. Convenció a Townshend para que le diera un contenido intelectual a su rabia y también presionó para que compusieran temas propios.

Para The Who el año había comenzado con una actuación apoteósica en el programa Ready! Steady! Go! interpretando su primer single de autoría propia, I can’t explain. Para su autor era una canción más pero sus seguidores más acérrimos no pararon hasta convencerle de que aquella letra explicaba con palabras el sentimiento de muchos jóvenes. El estadounidense Shel Talmy, -productor de You really got me; había producido la canción solo porque Townshend buscaba un sonido similar a la canción de The Kinks-, sería también el productor de los siguientes singles de The Who: Anyway, anyhow anywhere y el decisivo My generation, un himno instantáneo desde el mismo momento que vio la luz en octubre de 1965.

Más información
1965: el año que cambió el pop, por DIEGO A. MANRIQUE
Bob Dylan. ‘Highway 61 Revisited’: Una nueva conciencia, por IGNACIO JULIÀ
The Byrds. ‘Mr. Tambourine Man’: La revolución luminosa, por FERNANDO NAVARRO
The Beatles. ‘Rubber Soul’: Un deleite de pop elevado, por IGNACIO JULIÀ
The Rolling Stones. ‘Satisfaction’: Un grito de frustración y deseo, por RAFA CERVERA
‘The Kink Kontroversy’: La electrizante tercera vía, por TONI CASTARNADO
‘Otis Blue’: La pasión desbordada, por FERNANDO NAVARRO

Ejercicio de arrogancia y narcisismo generacional, con My generation The Who fueron un poco más allá que los Stones y su Satisfaction. La letra, perfectamente interiorizada e interpretada por Roger Daltrey, ponía de manifiesto el descontento de una generación harta del pasado pero sin un futuro claro, un manifiesto vital que iba ganando en intensidad a medida que avanzaba. El solo de bajo de John Entwistle, la furia instrumental de Townshend y Moon, y la manera en que Daltrey escupía ciertos versos (“espero morir antes de hacerme viejo”) la hizo única. Una explosión de energía que también representaba a un grupo de carácter fuerte –las peleas entre ellos eran parte de su rutina-, espoleado por las anfetaminas y cuya dinámica de poder –la inevitable tensión entre un guitarra que dirigía el concepto del grupo y un cantante que no componía- alimentaba su creatividad.

El primer álbum del cuarteto, titulado como su canción señera, con una portada que mostraba los orgullosos uniformes mod del grupo –el blazer que luce Entwistle fue el primero que alguien se atrevió a hacer usando la bandera británica-, apareció acompañado por rumores sobre la disolución del grupo. También coincidió con la ruptura con Shalmy –Lambert pensaba que tenía demasiada influencia- que acabó en un desastroso encontronazo legal. No obstante, nada de eso impidió que The Who continuaran un camino que en breve les convertiría en una de las formaciones más importantes y decisivas del rock británico de la década.

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