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Elegía familiar

El boliviano Rodrigo Hasbún sugiere más de lo que dice en una novela que repasa la convulsión de la América Latina

Vista de La Paz.
Vista de La Paz.Getty

De Los afectos, del boliviano Rodrigo Hasbún (Cochabamba, 1981), conviene destacar, de entrada, la extrema concisión de una prosa que sugiere más de lo que está contando. Lo que se dice y lo que queda latente colabora a que los vacíos no sean nunca sustracciones, sino que se proponen como zonas de incertidumbre. La narración abarca un periodo que sobrepasa, con el epílogo, cincuenta años de tribulación de los miembros de la familia Ertl, alemanes refugiados en Bolivia tras la Segunda Guerra Mundial. El patriarca, Hans, había ejercido de camarógrafo en la Olimpiada, de Leni Riefenstahl; fue el primero en filmar bajo el agua. En el exilio su afán de aventura lo lleva a enzarzarse, arrastrando a la familia, con la mujer enferma, en una expedición en busca de la ciudad inca de Paitití, oculta en la selva amazónica. El ansia de lo desconocido, con su punto de imprecisión y de locura, contagiará a sus hijas de distinto modo, y una de ellas, Monika, se verá posteriormente abocada, tras la muerte del Che, a la radicalidad política, comprometiéndose en acciones que desmembrarán la familia hasta la devastación. Todo ello narrado por diversas voces, con sucesivos contrapuntos en los que, además de las hijas, participan los amantes y maridos, cada uno cediendo un testimonio de desazón y elegía.

Hasbún se sirve de estos europeos emigrados para volver a contar, con una apreciación menos idealista, la convulsión política que sacudió Latinoamérica en la década de los sesenta con los movimientos revolucionarios, y la dificultad de armonizar las consecuencias de las decisiones, tanto políticas como sentimentales. La novela no responde a todos los interrogantes que plantea; más bien se decanta por informar del proceso de disolución, donde los vínculos afectivos persisten en la memoria irremediablemente vivos, pero también inútiles, pues la memoria, como se dice en el epílogo, no es un lugar seguro: “Ahí también las cosas se desfiguran y se pierden. Ahí también terminamos alejándonos de la gente que amamos”.

Los afectos. Rodrigo Hasbún. Literatura Random House. Barcelona, 2015. 144 páginas. 15,90 euros.

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