_
_
_
_
_

James Horner deja un legado de sinfonías memorables

El músico compuso las bandas sonoras de filmes como 'Titanic' o 'Bravehearth'

El compositor James Horner, en la presentación en Hollywood de 'Casa de arena y niebla', en 2003.
El compositor James Horner, en la presentación en Hollywood de 'Casa de arena y niebla', en 2003.Chris Polk

El recuerdo del compositor James Horner, fallecido hoy a los 61 años tras estrellarse su avioneta en Santa Bárbara, resuena en los oídos de muchos. Empezando por la banda sonora de Titanic, con la que obtuvo dos Oscar (mejor banda sonora y mejor canción original), el músico es autor de las sinfonías que acompañaron algunas de las películas más célebres de las últimas décadas, de Braveheart a Una mente maravillosa, pasando por Avatar. De hecho, ha sido nominado al Oscar hasta en 10 ocasiones.

En 1985, Horner compone la banda sonora de Cocoon, de Ron Howard. El filme, ganador de dos Oscar, contaba la historia de un grupo de ancianos misteriosamente rejuvenecidos. Estaba basado en la novela homónima de David Saperstein. 

Tres años después, el artista le pondría música también a la secuela, Cocoon - El retorno. Mientras, le había dado tiempo a acompañar con sus notas las gestas de la teniente Ripley en otra continuación: Aliens (El regreso). Su colaboración con el director James Cameron fue una de las más fructífera de su carrera. En este caso le valió una nominación al Oscar.

La música de Horner se escucha también en El nombre de la rosa, adaptación de 1986 de la célebre novela de Umberto Eco, protagonizada por Sean Connery. 

Y ese mismo año el compositor cosecha una segunda nominación al Oscar: por el dibujo animado Fievel y el Nuevo Mundo, sobre una familia de ratones rusos que desembarca en los Estados Unidos e intenta reconstruir allí su vida.

Entre tanto, Horner crea las melodías de otro célebre dibujo animado, En busca del valle encantado. Y en 1989 logra su tercera nominación al Oscar, por Campo de sueños, la curiosa historia de un tipo (Kevin Costner) que decide construir en su granja en Iowa un campo de béisbol.

La siguiente candidatura al Oscar le llega a Horner en 1996, otra vez por partida doble. Por un lado, por la banda sonora de Bravehearth, la revuelta del escocés William Wallace contra los ingleses, dirigida y protagonizada por Mel Gibson. 

Por otro lado, la compleja misión de Apolo 13 también cuenta con las sinfonías del músico, otra vez a las órdenes de Ron Howard. Ese mismo año, por cierto, también compone la banda sonora de Jumanji.

Tan solo dos años después, Horner vuelve a la gala de los Oscar como nominado. En esta ocasión, por fin recoge una estatuilla. De hecho, son dos los premios que el músico se lleva por Titanic, de James Cameron, que arrasa en la gala: mejor banda sonora y mejor canción original por, cómo no, My hearth will go on.

Pasan los años y Horner sigue acumulando trabajos conocidos, de La máscara de Zorro a Enemigo a las puertas. Y en 2001 el compositor vuelve a optar al Oscar, esta vez con Una mente maravillosa, nueva colaboración con Ron Howard, en el filme que mete a Russell Crowe en la piel del matemático John Nash.

En 2004, Horner logra la novena nominación de su carrera, por Casa de arena y niebla. Suyas son también las melodías de películas como Troya, La leyenda del Zorro, El nuevo mundo o Apocalypto. Y en 2009 el creador compone la banda sonora de Avatar, enésimo trabajo con James Cameron y última candidatura al Oscar de su trayectoria. A falta, eso sí, de que se estrene Avatar 2, cuya música también se debe a Horner.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_