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Chris Pratt, el último héroe favorito de Hollywood

El actor estrena ‘Jurassic World’ después de ‘Guardianes de la galaxia’, rueda ‘Los siete magníficos’ y suena como Indiana Jones

Chris Pratt, en una imagen de 'Jurassic World'
Chris Pratt, en una imagen de 'Jurassic World'

Es su primer día de contacto con la prensa y promoción de Jurassic World, la película que debería darle el espaldarazo definitivo como estrellas de clase A en Hollywood, después de los éxitos del año pasado con Guardianes de la Galaxia y La Lego película. Chris Pratt entra en una nave de los estudios Universal haciendo bromas, riéndose, y algo más delgado que en apariciones anteriores porque ha estado meses entrenando para su primer iron man, cuenta. “Sigo haciendo un día a la semana de pesas para no quedarme con bracitos y piernas de pollo, hay que mantener estos músculos de película de Hollywood”, bromea.

Se ríe de sí mismo y del momento que vive y que jamás había previsto. “Tengo muchas más oportunidades ahora. Por un lado es muy bueno, por otro antes cuando me ofrecían algo era porque yo era el actor adecuado, ahora es porque creen que haré cualquier cosa que lleva 10 años criando telarañas. A ver si cuela", se ríe. "Pero a veces encuentras algo bueno. Es divertido. Se trata de vivir el aquí y ahora… Y de vez en cuando irme a una esquina, donde nadie mire, y hacer mi baile de la victoria”.

Antes de la entrevista, y a pesar de su estatus actual, ninguna publicista prohíbe las preguntas personales. Pratt aún no tiene filtros. Por eso habla de todo. Habla de su hijo y de su mujer, la también actriz Anna Faris. “Ella me ha enseñado a relacionarme con la fama porque tiene mucha más experiencia; me ayuda a tratar con los paparazi, con la falta de anonimato… Siempre me ha dicho: ‘Sé simpático, están haciendo su trabajo y llamarles idiotas no va a ayudar, ellos tienen la última palabra”.

También habla abiertamente y sin complejos de sus hobbies, a priori no bien vistos en ese entorno californiano tan políticamente correcto y cada vez más vegano. “Pesco y cazo. Y me como lo que cazo. Sobre todo caza mayor”, dice. “Tengo un congelador en casa lleno de mis piezas”. Es una afición que cogió con su padre, quien también le enseñó a amar el cine, en general, y la comedia, en particular. “Siempre que íbamos a alquilar una película –¿sabes esos lugares a los que la gente solía ir, como iTunes pero de ladrillos?–, cogíamos una comedia. Crecí queriendo ser un cómico y un showman”, recuerda.

“Jim Carrey, Adam Sandler y Denis Leary” eran sus cómicos favoritos cuando empezó a hacer obras de teatro en el instituto y “algunos monólogos sin cobrar en Seattle”. Después, la actriz y directora Rae Dawn Chong le descubrió mientras trabajaba de camarero en Maui y, desde ese momento, la carrera de Pratt ha ido en ascenso: en la televisión (Everwood, The O.C., y su mayor éxito, Parks and Recreation) y con papeles secundarios en películas con buena crítica (La noche más oscura, Eternamente comprometidos, Her, Moneyball).

La gente se quiere cubrir el culo y eso se traduce en más versiones"

Colin Trevorrow, el director de Jurassic World, asegura que escogió a Chris Pratt como el nuevo “encantador de dinosaurios” antes de que se estrenara Guardianes de la galaxia y el mundo entero conociera al tipo que mejor cae ahora mismo en Hollywood. “Reunía todas las cualidades de nuestro héroe moderno, de alguien alrededor del que los animales y las personas se sienten cómodos”, dice Trevorrow.

Para Pratt, Jurassic World era la oportunidad de resucitar “la primera película” que esperó con nervios, fue a ver al cine “con una chica… y sus padres” y salió “creyendo que podría cocinar un dino en su cuarto”. “Parque Jurásico es sagrada para mí. Por eso, cuando llegó el guion me aseguré de que no se trataba de seguir explotando la gallina de los huevos de oro. Y no lo es: la historia, el concepto, los temas que tratamos… Todo está relacionado con nuestra sociedad actual, con cómo nos relacionamos con los animales, y lo poco que nos sorprenden los avances de la ciencia”, explica el actor.

Y continúa. “Parece que hay muchos remakes ahora. Pero los productores necesitan llegar a la gente, y para eso necesitan un título o estrellas rentables porque así, si la película no funciona, no es culpa de nadie. Al final, la gente se quiere cubrir el culo y eso se traduce en más versiones. Si te arriesgas y haces una película original con actores desconocidos y no funciona… ¡Adiós!”.

¿Por eso después de Jurassic World va a rodar un remake de Los siete magníficos, dirigido por Antoine Fuqua? “La original ya era una versión de Los siete samuráis”, contesta. “Y sólo coincide el título y la premisa, pero la historia sobre quiénes son estos siete tipos es completamente original”.

Y sin dejarle tiempo para respirar, ya que hace meses que suena como nuevo Indiana Jones. Su cara es un poema cuando escucha la pregunta. Se ríe. “El rumor está ahí, pero yo no lo solté, ni Disney tampoco. Si es verdad que están pensando en rehacerla, y están pensando en mí es maravilloso, pero a mí nadie me ha llamado y mi teléfono está siempre encendido”.

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