¿Se atreven con los clásicos?

Los 150 vecinos de la localidad cordobesa de Fuente Obejuna representarán por primera vez fuera de su ciudad la obra de Lope de Vega Fuenteovejuna. En un montaje especial realizado para las calles y la plaza Mayor de Almagro, este Fuenteovejuna será el gran espectáculo con el que el próximo 2 de julio se inaugure la 38 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Era un sueño que llevaba acariciando tiempo Natalia Menéndez, directora del certamen. La obra de Lope se representa con periodicidad en Fuente Obejuna (la última fue en 2013) por los propios habitantes y en el marco histórico donde sucedieron los hechos en 1476, en tiempos de los Reyes Católicos, cuando el pueblo se unió contra la opresión y el atropello.

Es todo un atrevimiento de los responsables del certamen, que se adivina en el cartel que anuncia esta edición que se prolongará hasta el 26 de julio. “Un clásico ¿te atreves?”, se dice en el cartel de la fotógrafa española Sara Janini. “La creación comporta necesariamente el atrevimiento porque si no nos convertimos en mercaderes. El arrojo de los creadores es la única manera de hacer algo que pueda ser interesante. No solo hay que atreverse con la creación, también desde la gestión”, asegura la actriz y directora Natalia Menéndez, que no oculta su entusiasmo tras años de pelearse con los números y los recortes presupuestarios. Confiesa que ha sopesado mucho la programación de este verano, frente a la edición de 2014, con una proliferación de creadores nacionales de altísimo nivel, este año debía apostar por otro tipo de creadores. “Queríamos hacer algo distinto, pegar un viraje en el festival en el sentido de ofrecer algo que fuera más festival que nunca, abrir muchas posibilidades, sugerir estilos y maneras de hacer diferentes”.

La puesta en escena de ‘El sueño de una noche de verano’ de Tim Robbins será el momento álgido de esta edición

Y ahí está el Fuenteovejuna vecinal, cuyo montaje inaugural coincidirá con el 15º Premio Corral de Comedias al actor, director y académico José Luis Gómez, pero también la apuesta decidida por la creación de la República de Corea, país invitado en esta edición, con una sugerente propuesta de viaje al oriente, a través de dos espectáculos y una exposición, y el estreno en Almagro de espectáculos de zarzuela. “No tengo ningún prejuicio. Si hubiera circo del barroco también lo programaría. Quiero defender la zarzuela, un género que ha sido muy criticado por haber sido relacionado con una época como la franquista, pero que es muy nuestro. Hubo zarzuela en el siglo XVII y quería recuperarla como género lírico popular y bellísimo”.

Será sin duda la llegada del actor y director norteamericano Tim Robbins será uno de los momentos álgidos de Almagro. Robbins trae al festival su montaje de El sueño de una noche de verano,de Shakespeare, obra que se representará en el espacio Miguel Narros del 3 al 6 de julio. Fue Robbins quien se ofreció para llevar a Almagro esta obra que es una de sus favoritas de Shakespeare “porque hay muchas capas de verdad, mentira, sueño, realidad, magia y decepción”. “Yo no hago distinciones y, como con todos, pedí el DVD para ver el espectáculo”, dice Menéndez. La sorpresa fue grande. Se topó con un montaje “fresco, divertido, vital, energético”, con atrezo pero sin apoyarse en una gran escenografía. “La obra respeta mucho a Shakespeare, pero lo escenifica desde la sencillez, el color y la frescura, recuperando la idea del barroco y lo hace de la mano de una compañía muy prestigiosa y 13 actores en escena”, añade la directora.

Shakespeare manda

Shakespeare como siempre estará bien presente en este gran escaparate del barroco que es el festival de Almagro, con multitud de espacios y propuestas radicalmente diferentes, –teatro, danza, música, baile– y que se convierte al mes de julio en uno de los reclamos culturales del verano en España. De la mano de Andrés Lima llegará Las alegres casadas, con el vividor Falstaff intentando seducir y sacar dinero a las mujeres. Eduardo Vasco se decanta por El mercader de Venecia, una comedia romántica que, según su director, puede ser leída como una tragedia, en la que de nuevo la venganza y la crueldad corren caminos paralelos a la belleza o la lealtad. Una joven directora gallega, Marta Pazos, se estrena en Almagro con otro montaje de Shakespeare en torno a La tempestad, que, en palabras de Natalia Menéndez, va a ser una sorpresa. “Es una apuesta potente, muy arriesgada, casi una comedia musical”, asegura.

Mujeres, muchas mujeres, hasta un total de 17, hay en la programación de Almagro. Blanca Portillo (Don Juan Tenorio), Ana Zamora (Triunfo de amor, de Juan del Enzina), Ana Diosdado (El cielo que me tienes prometido, de la propia Diosdado), Carmen Cortés (La gitanilla, de Cervantes), Amaya Curieses (Marta la piadosa, de Tirso de Molina), Gonzala Martín Scherman (No hay burlas con el amor, de Calderón de la Barca) o Eva del Palacio (El burgués gentilhombre, de Molière) son solo algunos de estos nombres.

En el apartado de conmemoraciones, además del premio a José Luis Gómez, tendrá lugar un particular homenaje a uno de los grandes escenógrafos de nuestro país, como es Andrea D’Odorico, y a Vicente Fuentes, como uno de los grandes expertos en el verso, pieza capital para compañías públicas y privadas.

¿Quién es Dulcinea? La pregunta planteada sobre el gran amor de El Quijote, la mujer inalcanzable, será objeto de un proyecto novedoso. Un total de 30 vídeos de creación de tres minutos de duración como máximo, elegidos entre todos los enviados por escuelas de vídeo e imagen internacionales, se proyectarán a lo largo del mes del festival en monitores instalados en diferentes espacios en las calles. Todos tratarán de contestar a la pregunta de ¿Quién es Dulcinea? Habrá hueco para todas las expresiones artísticas realizadas con móviles o cámaras de cine.

Es la guinda de esta edición en la que Natalia Menéndez y su equipo ofrecen el atrevimiento de ser feliz. “Piensa, cree, sueña y atrévete. Vengan a Almagro a vivir con nosotros esta fiesta barroca, esta fiesta de los clásicos”.