El tiempo coleccionado por Helga Alvear

‘…Y el tiempo se hizo’ inasible, cotidiano, sublime, expandido o quedó atrapado para siempre en una imagen. El tiempo, uno de los conceptos más maleables y usados por los creadores, es el protagonista de la muestra en la Fundación Helga de Alvear, que presenta 68 obras de 48 artistas internacionales —James Rosenquist, Gerhard Richter, Rebecca Horn, John Baldessari, Gordon Matta-Clark, Yasumasa Morimura, Martin Kippenberger o José Pedro Croft—. Este elenco refleja la fortaleza de la colección de la galerista, que ha reunido más de 2.800 piezas de arte contemporáneo internacional, fundamentalmente, a partir de 1960.

Una zambullida en el "ahora", a través de la instalación de Horowitz ‘lun.-dom.’, en la que una pantalla de televisión muestra el día de la semana, abre la exposición. Esta propuesta sitúa al visitante en un "presente continuo" propio de la sociedad capitalista. Así rompe el hielo la comisaria, María Jesús Ávila, que trata de acotar en cuatro secciones un concepto tan inabarcable como el de la propia existencia. En 'El presente del artista, materia prima' pueden verse trabajos como las obsesivas construcciones numéricas de Hanne Darboven en Historias de calendario (1973) o las poéticas traducciones que hace Jorinde Voigt del mundo que le rodea, ya sean plantas o la huella de un zapato, en las que colores, olores o sensaciones se convierten en apuntes sobre papel gracias a un riguroso código visual de su invención. Dentro del presentismo también hay obras de Amikam Toren, o los 10 delicados dibujos en papel de carta de hoteles (1990-1991) de Martin Kippenberger, que se muestran por primera vez al público.

En 'Invocaciones', la segunda división temporal de la muestra, las obras parten de la potencia icónica de las imágenes del pasado para cuestionar la historia hegemónica que tratan de difundir y añadirles nuevos enfoques. Buenos ejemplos de esta relectura son la fotografía de Yasumasa Morimura, en la que, como siempre, el artista japonés aparece caracterizado de un personaje, en este caso Albert Einstein, y la videoinstalación Desplegando los papeles arios (2009), de las hermanas Jane & Louise Wilson. Las gemelas inglesas recuperaron todo el material que Kubrick acumuló a principios de los años noventa para rodar una película sobre el Holocausto, Aryan papers, proyecto que después abandonó.

En 'Los pliegues del tiempo', la sección más amplia aparecen reunidas piezas como Primera/Última (1973), en la que Rosenquist crea la idea de tiempo con mucho sentido del humor gracias a un díptico en el que primero puede leerse "¿Cuándo fue la primera vez que se graduó la vista?", y, con letras mucho más borrosas: "¿Cuándo fue la última vez que se graduó la vista?". Además de obras de Matta-Clark, Richter, Croft, Baldessari, Imi Knoebel, Eija-Liisa Ahtila y la serie de seis fotografías de Tracey Moffatt Algo más (1989).

En 'Trascender el instante', la última de las aproximaciones al tiempo de esta exposición, manda la fotografía. Aquí está una instantánea de la serie Fotograma de película sin título (1979), uno de los primeros trabajos de Cindy Sherman, en el que ya aparece como protagonista de sus imágenes; además de obras de Olafur Eliasson, Fiona Tan y una sugerente instalación de Rebecca Horn.

…Y el tiempo se hizo. Fundación Helga de Alvear. Cáceres. Hasta el 31 de enero de 2016.