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Historias detrás de una joya

Los hermanos Cimadevila muestran este artesanal oficio en Discovery MAX

El joyero Pablo Cimadevila, en el taller de '24 kilates'.
El joyero Pablo Cimadevila, en el taller de '24 kilates'.

La mesa de maestro joyero de Pablo Cimadevila ya está a punto para empezar a moldear, tallar y pulir las joyas que le encarguen. La inmediatez y la rapidez de la televisión se adaptan a la paciencia de la joyería. “Hemos tenido que igualar esas velocidades. Intentamos desmitificar el oficio y que la gente vea que cómo se hace una joya de principio a fin, desde su encargo hasta su entrega final”, explica Pablo Cimadevila, diseñador y artesano joyero que fue campeón paralímpico de natación en Sídney 2000. Este viernes (22.00), 24 kilates abre sus puertas en Discovery MAX con unos pedidos muy peculiares, dosificados de tres en tres en cada uno de los cinco episodios.

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Pablo, es el alma del taller y la parte creativa del negocio, mientras que sus hermanos David y Miguel, que le acompañan en esta aventura, están más centrados en conseguir nuevos clientes y terminar a tiempo los pedidos. Juntos forman un puzzle cuyos elementos encajan a la perfección. “Cuando hablamos de joyería la gente identifica a alguien mayor, encorvado en una mesa… Creo que va a llamar la atención una empresa familiar de tres chicos, aunque lo importante en este programa son las historias que vamos a contar a través de las joyas, no las ellas en sí”, confiesa Pablo.

No se trata de una joyería habitual donde encontrar una alianza de boda común o unos pendientes sencillos. No porque no sean capaces, sino porque el cliente va buscando algo diferente, original, que no encuentran quién se lo haga y, sobre todo, exclusivo. Ejemplo de ello será su primer encargo: fabricar un vibrador de oro puro de 14 quilates con forma de diamante.

Promoción del programa '24 kilates'.Vídeo: discovery MAX

Bijoux Indiscrets, una de las empresas más importantes de Europa en el sector de los juguetes eróticos se plantará en su casa-taller ubicada en un típico pazo pontevedrés (Galicia) para ofrecerles este reto. El vibrador se subastará en EE UU para recaudar fondos para apoyar proyectos vinculados a los derechos de las mujeres e igualdad de género, según explica la empresa. "Nosotros hemos cobrado 5.000 euros de material pero su precio variará según la puja. Yo les digo que a ver si lo compra Lady Gaga y se hace famoso”, bromea el diseñador.

Sin embargo, Pablo advierte que no será el único pedido que sorprenda, sino que hay una gran variedad en la que a cada uno le llamará la atención una cosa diferente. Hay dónde elegir: Pepe Solla, chef con una estrella Michelin, recurre a ellos para intentar unir el mundo de la gastronomía con el de la joyería; una joven pareja que va a casarse les encargan el anillo de oro con forma de aro de maíz o ‘trisky’; y una mujer viuda que, después de convertir las cenizas de su marido en un diamante, le pide a Pablo que le diseñe un anillo para llevarlo siempre en el dedo.

Anillo de oro con forma de 'trisky'.
Anillo de oro con forma de 'trisky'.

“El cliente busca confianza y seguridad, saber que se va a hacer bien y que se va a hacer lo que necesita. Es un trabajo muy delicado porque muchas veces se manejan joyas que pueden ser una herencia familiar y que tienen un valor sentimental muy fuerte para el cliente”, cuenta el ex deportista de élite. Su línea de joyería se llama ‘Kamikaze’ –de ahí lo de kilate con K-, porque piensa que para poder cumplir los sueños hay que arriesgar y eso es lo que pretenden transmitir con su marca.

La unión de una buena idea con un poco de suerte, el momento preciso y la hora exacta hicieron que Discovery MAX produjera este programa. “Yo siempre he sido muy fan de esta cadena y me di cuenta de que no existía el formato que enseñara cómo se hacen las joyas”, cuenta. Y Nathalie García, directora general de Fremantle Media, justo estaba buscando a un deportista paralímpico para hacer algo en televisión. Así que se pusieron manos a la obra.

Una de las cualidades imprescindibles para ser un buen joyero es ser un buen psicólogo. “Tiene que ser capaz de diseñar la joya que el cliente aún no sabe exactamente cómo quiere y que hasta que no se lo ve puesto no sabe si le gusta. Hay que ser un poco psicólogo, preguntarles qué les gusta, qué colores, cuál es su forma de vestir… Debe ser muy observador, tener mucha paciencia y sentir pasión por tu trabajo”, instruye Pablo, quien confiesa que ya le han llegado varios currículos a pesar de que no se ha emitido ni el programa. La cadena le avisa que se prepare para que a partir de ahora aumenten los encargos y mientras, Pablo, ya empieza a ponerse nervioso.

Deportista en cuatro Juegos Paralímpicos

Pablo Cimadevila (Pontevedra, 1978) se quedó parapléjico con solo cuatro años por un atropello de coche y, a partir de entonces, se volcó en la natación. La madre le decía: "Cariño como no puedes caminar, te enseñaré a nadar". Y tras una intensa dedicación y afán de superación, participó en cuatro Paraolimpiadas consecutivas (Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012), en los que logró cuatro medallas, entre ellas un oro y tres bronces.

“Si puedes soñarlo, puedes hacerlo” es su filosofía de vida y la lleva tatuada en su piel. Pablo explica que al volver del Campeonato del Mundo de Nueva Zelanda del 98 se planteó si hacer arquitectura, pero “no quería solo dibujar las cosas sino hacerlas”. Entonces conoció el mundo de la joyería por casualidad a través de unas amigas de su madre que tenían un taller de joyas y descubrió su vocación.

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