La arquitectura es la estrella

Ni la filosofía, la literatura, la pintura o la música forman ahora parte del famoseo español. El “eso” seductor (la it girl) pertenece hoy a la arquitectura. De hecho, el premio Van der Rohe lo ganó la semana pasada un estudio catalán formado por un italiano y un gallego (Barozzi y Veiga) con menos de 50 años. Prueba del sexy y el seso que se ha reconocido a la creatividad española en los mismos años de la crisis en la construcción.

¿Será pues esa crisis la que ha impulsado la creación? Puede ser. Pero también la alta calidad de los proyectos que desde Oslo (Museo Munch de Juan Herreros) hasta la China (Parque Cultural en Hunan de Francisco Mangado) y New Jersey (edificios de Princeton de Rafael Moneo) han ido bombardeando el mapamundi. De hecho, el edificio de la filarmónica de Szczein (Polonia) ganador del Mies se alza sobre el mismo emplazamiento del auditorio Konzerthaus que destruyó una bomba en 1945. Todo el barrio fue arrasado por la guerra y, de algún modo, la espiritualidad de las fachadas traslúcidas de Barozzi y Veiga hacen sentir que de aquel majestuoso cuerpo sólo ha quedado el alma.

La simbología es la golosina de los arquitectos. Ni los presupuestos, ni la función, ni el mismo cliente son, a menudo, más fuertes que esa tentación. Pero, además, por si faltara poco, cátedras en Harvard, en Columbia o en Princeton han sido ocupadas por arquitectos de aquí, y académicos, desde Navarro Baldeweg a Alberto Baeza o Luis Fernández Galiano, son de la cultura del libro, por sólo hablar de Madrid.

Entre los mejores candidatos al Mies había también dos españoles que habrían merecido esa misma distinción gracias a la potencia de sus tropos. La gran reforma del Rijkmuseum de Amsterdam, obra de Cruz y Ortiz, radica ante todo en el cielo (de cristal) protector para el probable visitante ya maduro. Conceptualmente, casi lo mismo que hizo Foster con el patio de la Biblioteca de Londres. Porque ¿quién sino gentes de edad leen libros o contemplan cuadros? El Museo Soulage de RCR arquitectos (grupo fundado en Olot) reproduce en Rodez (ciudad natal del pintor) los cuadros negros del padre del “tachismo” mediante planchas de oscuro acero cortén.

Claridad y visibilidad, sin embargo, de la arquitectura española más allá de las fronteras debido, de una parte, a la obligada emigración laboral y, de otra, al valioso brillo de lo que se exporta. ¿Un horizonte despejado, pues? Pues no. La profesión teme, al igual que el mundo de la Ciencia, que los recortes universitarios y la creciente miseria del profesorado ahogue la capacidad de los futuros licenciados y, con ello, sus opciones de mantener las bellas formas y vestidos de la it girl.