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Una felicidad inesperada

Lorenzo Silva relata en 'Música para feos' una convincente historia de amor correspondido con secreto al fondo

J. Ernesto Ayala-Dip
Dos jóvenes, en Madrid.
Dos jóvenes, en Madrid.Bernardo Pérez

De todos los libros de Lorenzo Silva (Madrid, 1966), incluyendo sus relatos y los dedicados al género policiaco, siempre mostré predilección por La flaqueza del bolchevique, finalista del Premio Nadal de 1997. Esa nouvelle lleva un título que halla su explicación en el interior de su argumento. Una minihistoria que merecería ella sola otra novela, escrita por el propio Silva. ¿Por qué me refiero a La flaqueza del bolchevique, cuando ahora tengo que escribir sobre su nueva novela, Música para feos? Porque, a mi modesto entender, esta es su réplica a la anterior. Dos historias de amor, aunque muy distintas entre sí, casi antagónicas. Si en La flaqueza del bolchevique el narrador era un hombre, en Música para feos es una mujer. Si en la primera el cinismo y su posterior sentido de la culpa eran sus sostenes morales, en la segunda priman la entrega amorosa simétrica, la felicidad inesperada.

Una mujer joven y un hombre maduro se encuentran una noche. Dos seres que representan cada uno una época muy distinta de la historia contemporánea española. Se citan, se encuentran y se enamoran para siempre. Pero en esta historia el hombre se reserva un secreto para con la chica. La chica sabe que hay un secreto, pero no cuándo se le desvelará. Los lectores también desconocen tal secreto. Por tanto yo no haré nada por contrariar la voluntad del hombre. Esto no tiene nada que ver con el suspense. Tiene que ver en todo caso con un criterio de la información que se le deba dar al lector en esta historia. Es su truco. Dibujar la sospecha, el temor a una información demasiado inasumible por la protagonista.

Quiero resaltar en esta historia de amantes unánimes la voz de la narradora. Lorenzo Silva puso tiempo y espacio a la voz de su heroína. Los novelistas varones no siempre aciertan con la construcción de una voz de mujer en primera persona. Delibes lo hizo absolutamente en Cinco horas con Mario. En Música para feos, la mujer que nos cuenta su historia siempre es meridianamente convincente, estemos o no de acuerdo con su visión del mundo. Y como su título indica, para terminar, no quiero dejar de mencionar a una cantante que se cita en la novela. Lean la novela y después, si pueden, escuchen a la siempre grande Alison Moyet.

Música para feos. Lorenzo Silva. Destino. Barcelona, 2015. 220 páginas. 18 euros.

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