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François Maspero, el editor revolucionario

El traductor y escritor francés fue un anticolonialista militante

Álex Vicente
François Maspero, editor, escritor y traductor francés, en 1995.
François Maspero, editor, escritor y traductor francés, en 1995.

Nacido en París en 1932, el escritor, editor y traductor François Maspero, conocido por su infatigable compromiso contra el colonialismo, procedía de una familia que combatió en la Resistencia ante la ocupación de los nazis, lo que forjó el carácter de un hombre que se empeñó en denunciar las guerras coloniales en Indochina, Madagascar y, sobre todo, Argelia, pero también las derivas del régimen comunista en la Unión Soviética. Militó seis meses en el Partido Comunista francés, hasta el invierno de 1956, y más tarde, en los setenta, en la Liga Comunista Revolucionaria de Alain Krivine.

La historia del siglo pasado atravesó su propia biografía. Su padre fue Henri Maspero, sinólogo y profesor del Collège de France, quien sería arrestado meses antes de la Liberación y ejecutado en el campo de Buchenwald. Su madre, historiadora de la Revolución Francesa, fue deportada a Ravensbrück, pero logró sobrevivir. Después del cataclismo bélico, durante el que también falleció su hermano, Maspero dijo que el sol nunca volvió a brillar con la misma intensidad que antes. En 1973 sobrevivió a un intento de suicidio.

El intelectual abandonó sus estudios de Etnología en 1955 para comprar L’Escalier, una librería “abandonada y con olor a orina de gato” pegada al Odéon parisino. Y también otra más grande y célebre, La Joie de Lire, situada al otro lado del bulevar Saint-Michel, en pleno Barrio Latino. La juventud universitaria progresista la frecuentaría hasta 1976, cuando decidió cerrarla, mientras su país abrazaba la supuesta modernidad giscardiana. Maspero también fundó la editorial de tendencia izquierdista que llevaba su apellido y que dirigió hasta 1982, no sin atravesar numerosas dificultades económicas. En los sesenta, las ediciones Maspero publicaron los primeros textos de grandes pensadores como Louis Althusser, Etienne Balibar o Alain Badiou, además de contar con autores como Georges Perec, Bernard-Henri Lévy, Élisabeth Roudinesco o Tahar Ben Jelloun. Jean-Paul Sartre escribió algunos de sus prefacios. El editor también hizo historia al reeditar las obras del filósofo Paul Nizan, el mítico autor de Los perros guardianes, que propugnaba poner la filosofía al alcance de la clase obrera. Maspero creó la colección Cahiers Libres para “rellenar las lagunas de la información llegada desde Argelia”, por lo que fue objeto habitual de la censura gaullista. Como decía su amigo Michel Piccoli, Maspero era “el guardián del faro”.

Tras ceder su editorial a uno de sus allegados, Maspero pasó los años ochenta escribiendo novelas, como Le sourire du chat, con la que debutó en la ficción literaria en 1984, pero también ensayos, textos biográficos y reportajes, que lo llevaron a viajar durante cinco años por el Mediterráneo (Balkans-transit) o a infiltrarse en los territorios ocupados por Israel (Transit & Cie). Pero Maspero no necesitaba ir muy lejos para escribir textos punzantes y lúcidos: en 1990 firmó Les passagers du Roissy-Express, gran reportaje literario sobre los transportes públicos del extrarradio parisino, junto a la fotógrafa Anaïk Frantz. Además, fue un reputado traductor del castellano, responsable de las ediciones en francés de autores como Antonio Skármeta, Luis Sepúlveda, Eduardo Mendoza, Álvaro Mutis, Fernando Savater, Arturo Pérez-Reverte y Carlos Ruiz Zafón.

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Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

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