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UN DEBATE SOBRE EL PESO DEL IDIOMA

El español, todo un patrimonio contante y sonante

El I Foro Internacional del Español 2.0 analizará el impacto del idioma en su doble vertiente de activo cultural y dinamizador económico El encuentro se celebrará entre mañana y el domingo en Madrid

Redacción en Miami de la cadena televisiva en español Univision, líder de audiencia en la franja entre 18 y 49 años en EE UU.
Redacción en Miami de la cadena televisiva en español Univision, líder de audiencia en la franja entre 18 y 49 años en EE UU.Charles Ommanney (GETTY)

El idioma no es una moneda, pero es un activo inmaterial que aumenta su valor en la medida en que lo hablen más personas. Es un valor no cuantificable que da prestigio a una cultura, un promotor de las artes que lo tienen como materia prima y un facilitador y dinamizador de los negocios. El manejo del idioma es una revolución en potencia que analizará el primer Foro Internacional del Español 2.0: El español una alternativa global, que se celebra en Madrid entre mañana y el domingo. Casi 200 expertos en más de cien ponencias y mesas redondas en un programa organizado por Ifema, en colaboración con la Plataforma del Español, alrededor de cuatro ejes temáticos: Internacionalización de la industria de la traducción, Internacionalización de los contenidos culturales, Turismo idiomático y Sentir en español.

Allí se hablará de cómo, mil años después de haber nacido, el español está en términos numéricos a la cabeza de la relación lengua-cultura-negocio:

— Es el segundo idioma nativo más hablado del mundo con cerca de 500 millones de personas, tras el chino mandarín.

— Es el segundo en los negocios, tras el inglés (en España la cultura apoyada en el idioma aporta el 4% del PIB).

— Es la tercera lengua más usada en el ciberespacio.

— Es una de las que tiene más estudiantes que quieren aprenderla: 20 millones en el mundo, mientras aumenta el turismo idiomático en lugares como España, México, Colombia o Argentina;

— España ocupa el octavo puesto en el mundo en la llamada “presencia blanda” (la cultura más elementos como el turismo y el deporte), según el Informe de presencia global del Instituto Elcano, en 2014.

“Nuestra lengua es el patrimonio más potente que tenemos los países hispanohablantes”, afirma Luis Eduardo Cortés, presidente de Ifema. Y añade que este Foro quiere contribuir a aumentar su poder y vislumbrar algunas claves que lo refuercen tanto en el ámbito cultural como desde el punto de vista de los negocios. Para Jesús Marín, presidente de Plataforma del Español, se trata de un referente de la economía en el que hay que seguir trabajando para que el PIB de los países siga creciendo. Aboga por la formación, la producción de contenidos y las traducciones que son pilares en esta actividad económica.

El idioma, más allá de la dinamización a través de la cultura, es importante en el aspecto económico “porque lo que se hace dentro de la misma lengua reduce los costes de intercambio financiero, facilita una familiaridad cultural y, sobre todo, acorta la distancia psicológica y se convierte en un factor de dinamización mercantil que supone una multiplicación del comercio entre los países que la comparten en torno al 190%, porcentaje que en el caso del español puede alcanzar el 290%”, explica José Luis García Delgado, director de la investigación Valor económico del español, a cargo de la Fundación Telefónica.

LIBRO

Líder del sector cultural

La industria editorial española es la cuarta del mundo, detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. El mundo del libro, desde la creación hasta que llega a manos del lector, pasando por todo el proceso editorial, es el sector cultural que más aporta al Producto Interior Bruto (PIB) español: 0,7%, del casi 4% del total, y representa el 2,6% del empleo, por delante del de la música, del cine o las artes escénicas.

Su efecto dinamizador en lo cultural y económico es tal que incluso en estos momentos de crisis la industria editorial sigue siendo la primera del área con unos 3.000 millones de euros anuales, y da empleo, directo e indirecto, a más de 30.000 personas. La Federación de Gremio de Editores de España agrupa a más de 900 empresas editoriales que cada año editan unos 90.000 títulos representados en 300 millones de libros, con una tirada media por título de 4.328 ejemplares. Los libros suponen el 1% de la exportación de mercancías del país. En todo el conjunto de América Latina las cifras son similares, porque allí la industria es menor y España sigue siendo el principal puerto de publicación y divulgación para todo el mundo.

Poder que crece

El español es el segundo idioma nativo más hablado del mundo con casi 500 millones de personas, tras el chino mandarín; y el segundo en los negocios, tras el inglés.

En España las industrias culturales apoyadas en el idioma aportan el 4% del PIB.

La industria del libro española es la cuarta del mundo (tras EE UU, Reino Unido y Alemania), con una facturación cercana a los 3.000 millones de euros.

España exporta con éxito series de televisión, que van desde la ochentera Verano azul hasta la actual El ministerio del tiempo.

En EE UU hay 55 millones de hispanohablantes (17% de la población) y las principales cadenas de televisión tienen espacios o canales en español.

Univisión es el canal hispano de mayor audiencia, y es líder en EE UU entre la población de 18 a 49 años.

Las exportaciones desde España alcanzan los 526 millones de euros. Los principales destinos son la Unión Europea (295 millones de euros) e Iberoamérica (173 millones de euros). Los elementos de competitividad y pluralidad han permitido ahondar en su capacidad exportadora. Hoy, el 30% de la producción se distribuye fuera del país. Ese prestigio y ese valor en alza se traducen no solo en la venta y mercado del libro entre los países hispanohablantes sino que también se refleja en el aumento de las traducciones de los escritores hispanohablantes a otros idiomas.

MÚSICA

Crecimiento constante

“Dale a tu cuerpo alegría, Macarena”. El mayor éxito de una canción en español fuera de España es Macarena, el popular tema del dúo sevillano Los Del Río, que ocupa el puesto número uno de las canciones latinas según la lista de Billboard. Una canción que, a mediados de los noventa, alcanzó lo más alto de las listas de varios países y en Estados Unidos llegó al top 5. Fue como un detonante de las posibilidades de la música cantada en español en el mercado anglosajón, verdadero dominador del negocio musical.

Desde entonces, la música compuesta en castellano ha ido ganando su parte de mercado de forma constante, aunque no se conocen cifras oficiales sobre su impacto en el mundo. Es muy difícil medirlo, tal y como confirman en Promusicae, la patronal de productores de música, que abarca el 90% del sector en España. Desde los sellos discográficos más importantes como Sony, Universal o Warner, se reconoce que un auténtico impulso para su expansión en la psicología y el mercado musical ha sido la creación en el año 2000 de los Premios Grammy Latinos. Han consolidado la industria de la música en español en Norteamérica, convirtiendo a Café Tacuba, Celia Cruz, Rubén Blades, Juan Luis Guerra, Juanes, Ricky Martin, Shakira o Alejandro Sanz en estrellas de igual a igual con los Beyoncé, Madonna, Kanye West o Jay-Z.

Nadie supera a Julio Iglesias como el músico que canta en español que más vende con 260 millones de discos. Le siguen Roberto Carlos (100 millones), Santana (80), Raphael (72) y Gloria Estefan (70), entre otros. Aparte de su éxito en España y Latinoamérica, todos ellos han sido capaces de abrirse hueco en EE UU. Un lugar aparte ocupa el flamenco, declarado en 2010 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco e influyente en círculos menos comerciales pero muy prestigiosos, tanto por instituciones públicas como privadas, en Estados Unidos, Europa, Norte de África y Japón.

CINE

Un archipiélago

España es uno de los diez mayores productores de cine mundial. El cine es uno de los caminos a priori más fáciles de transitar y en realidad menos trabajados. Aunque el año pasado alcanzó una recaudación-monstruo de 123 millones de euros y logró el 25,5% de cuota de pantalla, con 21 millones de espectadores.

El cine español debería de haber podido dar el gran salto a Hispanoamérica, por compartir idiomas. Y sin embargo no hay fluidez en esa relación. Por muy diversas razones. Uno de ellos es el control del mercado español y latinoamericano de las majors, los estudios más poderosos de Hollywood. México, Brasil y Argentina son los principales mercados del cine español (tras Francia, Estados Unidos, Canadá o Alemania) en volumen de taquilla.

Gerardo Herrero, de la productora Tornasol —veterano en la coproducción con Latinoamérica como demuestra su Oscar por El secreto de sus ojos, del argentino Juan José Campanella—, advierte: “El mercado no mejorará. Porque el espacio es muy pequeño y el hueco que dejan las majors lo ocupa lógicamente la industria local”. El productor, que forma parte también de la agencia de ventas internacionales Latido Films, explica que no existe “fluidez” del cine en español entre países. “No es que nuestro cine no se vea allí, es que tampoco se ve el chileno en México o el colombiano en Argentina. Y si entra, es gracias a las coproducciones, incentivadas por el programa Ibermedia” [creado para estimular esas asociaciones]. Curiosamente, Herrero no es pesimista, porque en los últimos tres años ha crecido una ventana nueva: la de las televisiones de pago. “Cada vez más, HBO, el Sundance Channel y otras cadenas adquieren películas españolas para su emisión en sus filiales hispanoamericanas. De repente no es fácil en las salas y sí mucho más en la pequeña pantalla”.

TELEVISIÓN

Las series hablan español

La ficción televisiva española gusta no solo aquí. A pesar de algunas particularidades que hacen complicada la exportación de las series nacionales (la duración en torno a los 70 minutos es uno de los principales problemas), la calidad de las producciones de ficción para televisión ha aumentado en los últimos años y también lo ha hecho el interés de otros países por la emisión de esas series. Sin ir más lejos, la pasada semana en el MIPTV de Cannes, el principal mercado internacional para los contenidos digitales y televisivos, las series españolas Bajo sospecha, El Ministerio del Tiempo y Rabia (pendiente de estreno) fueron reseñadas como proyectos destacados para su venta internacional.

'El ministerio del tiempo', de TVE, una de las series españolas con éxito de ventas internacionales.
'El ministerio del tiempo', de TVE, una de las series españolas con éxito de ventas internacionales.

Son frecuentes las noticias sobre adaptaciones de títulos españoles en otros países. Pero en muchas ocasiones, las series cruzan las fronteras nacionales para emitirse en su versión original con subtítulos (fuera de nuestras fronteras no es frecuente el doblaje). Es el caso de Verano azul, una de las ficciones pioneras en la conquista de mercados extranjeros.

En Japón, los protagonistas de El internado gozaron de una fama inesperada. Su productora, Globomedia, es una de las que más ficción nacional exporta fuera de nuestras fronteras. Un paso adelante batió récords de audiencia en Francia; Los Serrano se vio en Finlandia; Médico de familia, Aída, Siete vidas o Los hombres de Paco también han triunfado fuera de España. En Italia, algunas series españolas se han convertido en auténticos fenómenos de audiencia, como El secreto de Puente Viejo, Velvet, Víctor Ros, El Príncipe o El tiempo entre costuras. Gran Hotel llegó a Reino Unido, Francia o Rusia.

En las ficciones televisivas estadounidenses también aumenta su presencia la lengua española. Series como Jane the Virgin, con un gran número de latinos en su equipo y personajes que hablan tanto en español como en inglés, son una muestra clara del poderío de lo latino y su idioma en Estados Unidos. Las dos temporadas de la adaptación de la ficción sueco-danesa Bron/Broen transcurrían en la frontera entre México y Estados Unidos, con personajes procedentes de ambos países. El que series con tanto público como Breaking Bad o Dexter se desarrollasen en Nuevo México y Miami, respectivamente, también daba pie a que se escuchara de vez en cuando a personajes hablando en español. Intérpretes como la actriz colombiana Sofía Vergara, una de las protagonistas de la comedia Modern Family, han acercado el español y lo latino a la televisión estadounidense.

ESTADOS UNIDOS

Imprescindible futuro

Para conocer el futuro de la televisión de Estados Unidos solo hace falta asomarse a sus canales en español. El liderazgo de Univision y algunas de las iniciativas de Telemundo son una ventana abierta a las audiencias y, por extensión, a la población de un país en constante cambio.

Hace cuatro años Univision se consolidó como el canal de máxima audiencia entre todos los espectadores de 18 a 49 años, incluidos los angloparlantes. En 2013 creó un nuevo canal dedicado esta vez a los más jóvenes, Fusion. Es una lanza en el futuro.

Cartel bilingüe en una playa de Miami.
Cartel bilingüe en una playa de Miami.

Univision pertenece al grupo Televisa y, además de adentrarse en el 93% de los hogares hispanos, cuenta cada noche con 1.8 millones de espectadores de media, por delante de otras cadenas como FOX o ABC, según la agencia Nielsen. Entre sus planes está el lanzamiento de una oferta pública valorada en 1.000 millones de dólares y que colocará su título junto al de las tres grandes cadenas del cable de EE UU.

El lugar destacado de Univision ha provocado un importante cambio en el mercado estadounidense. Mientras las grandes cadenas en inglés sufren importantes pérdidas de ingresos publicitarios, los canales en español son los únicos que crecen gracias al éxito de telenovelas, la retransmisión de Liga MX Footbal o Mira quién baila. En respuesta, las televisiones en inglés se han adaptado incorporando presentadores hispanos, en un ejemplo significativo del empuje del espectador hispano, y creando canales en español. Una clave del aumento de televidentes fue la demostración de fuerza de Univisión al obtener los derechos para la retransmisión del Mundial de Fútbol de Brasil en 2014, que supuso un incremento de 100 millones de dólares en contratos publicitarios.

Este fenómeno responde a dos causas. La primera es el crecimiento de la población hispana en la década de 2000 a 2010 y su proyección. Los 55 millones de latinos que residen en la actualidad en EE UU suponen más de 30 millones de telespectadores. En 2060 representarán el 29% de la población, frente al 17% actual.

Este crecimiento va ligado al incremento del poder adquisitivo de los hispanos y sus hábitos. A pesar de mantener el idioma, los hispanos han adoptado muchos de los hábitos digitales de los estadounidenses: un 68% utiliza las redes sociales, diez puntos por encima de la media nacional. Y han desafiado a todas las previsiones que apuntaban a que los inmigrantes abandonarían el español según avanzan las generaciones. Un 95% de los hispanos considera importante hablar este idioma, según datos de Pew Research Center, y 31 millones lo practican con fluidez. Según datos de Univisión, un 43% de los hispanos consume información también en inglés, junto a un 31% que se define como bicultural, sin distinguir entre uno y otro contenido.

Con información de Winston Manrique Sabogal, Gregorio Belinchón, Cristina F. Pereda, Natalia Marcos y Fernando Navarro.

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