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La terapia de los Charlatans

La música sirve como serena y deliciosa terapia de choque a lo largo de todo este duodécimo álbum

Podría sospecharse que a los Charlatans les esperaba un álbum sombrío tras perder a su batería, Jon Brookes, de un tumor cerebral, pero la música sirve como serena y deliciosa terapia de choque a lo largo de todo este duodécimo álbum. Solo se filtra cierta congoja en la pieza inaugural, ‘Talking in Tones’, que comparte esa mustia elegancia sofisticada de los mejores Talk Talk. A partir de ahí, la efervescencia del disco previo en solitario de Tim Burgess (Oh No I Love You, 2012) prevalece sobre las amarguras de la vida.‘Keep Enough’ recuerda al elegante ‘Philly Soul’ de los años setenta, ‘Emilie’ es un tiempo medio sencillamente irreprochable e incluso ‘So Oh’ lanza un guiño a aquellos primeros tiempos de psicodelia made in Manchester.

Y así llegamos a la esperanzada ‘Let the Good Times Be Never Ending’, que, desprovista de su innecesario epílogo instrumental, podría ser un éxito perfecto en las radios de algún planeta inteligente.

Modern nature. The Charlatans. BMG Rights / Music As Usual.

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