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Más agresivos, más politizados

El segundo disco de Young Fathers es un tremendo artefacto que regurgita décadas de tensiones políticas, raciales y culturales

Xavi Sancho

Las apuestas daban como favoritos a Damon Albarn, el líder de Blur, a Royal Blood, el fenómeno roquero pesado del año, y a FKA Twigs, la moderna novia de Robert Pattinson, la más fotogénica. Pero el prestigioso Mercury Music Prize -premio que se otorga al mejor disco del año desde 1992 y que ha propulsado las carreras de Suede, The XX o Arctic Monkeys- se lo llevaron estos escoceses. Dead, su largo de debut, maravillaba por la forma en que actualizaba todo lo bueno de Massive Attack e incluso lograba corregir lo malo de los de Bristol.

Tras la victoria, se negaron a hablar con los diarios de derechas y se encerraron en el estudio para grabar esta fascinante secuela. Más agresivos, más politizados y con una paleta de sonidos que ahora abarca desde TV On the Radio hasta Konono N1, pasando por Metronomy, Specials o Tricky cuando era capaz de articular cierto sentido, este tremendo artefacto es el sonido y la voz que regurgitan décadas de tensiones políticas, raciales y culturales.

White men are black men too. Young Fathers. Big dada

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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