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La catarsis de Mikel Erentxun

En un doble álbum mayúsculo, narra su experiencia vital en un tiempo marcado por la enfermedad y la recuperación

Mikel Erentxun lleva una década intentando romper con aquella imagen de artista para adolescentes que el éxito y las exigencias del mercado contribuyeron a modelar. En ello andaba, dando forma a discos cada vez más serios y profundos, cuando, de pronto, el corazón le avisó de que todos somos mortales: se vio caído en una acera, acabó en urgencias, pasó por la UCI. Pero la experiencia ha tenido algo de insospechada catarsis: ingresado en el mismo hospital, a esas espléndidas melodías que casi constantemente bullen en su cabeza comenzaron a acompañarles con naturalidad letras de canciones, su asignatura pendiente (ha sido letrista ocasional, siempre apoyado en terceros).

El resultado es un doble álbum mayúsculo en el que narra su experiencia vital en un tiempo marcado por la enfermedad y la recuperación: un recorrido más sensitivo que descriptivo que pasa por la sorpresa, la incomprensión, el miedo, la esperanza, la ilusión, el futuro, la familia, lo que importa y lo que no. Casi un diario (con la palabra corazón incluida en cada tema) que transita todas las formas rock que le interesan, grabado ejerciendo de multiinstrumentista y soberbiamente producido por él mismo y ese mago disparatado que es Paco Loco. Una obra sobresaliente que hay que escuchar olvidándose de prejuicios.

Corazones. Mikel Erentxun. Warner.

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