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“Una obra hoy con seis personajes es una locura”

Amelia Ochandiano dirige en el Matadero un clásico de Marivaux, 'El lenguaje de tus ojos o el príncipe travestido', una comedia de enredo centrada en el universo femenino

Rocío García
Amelia Ochandiano,en su casa del centro de Madrid.
Amelia Ochandiano,en su casa del centro de Madrid.Julián Rojas

El edificio en el que vive Amelia Ochandiano era un antiguo almacén de juguetes, en pleno centro de Madrid. Quizás por eso, su vivienda, y la del resto de vecinos, tiene algo de cuento. Vigas de madera, estancias pequeñas, altillos a modo de balcones de donde en cualquier momento puede asomar una princesa. Como esa princesa de Barcelona, enamoradiza y coqueta, que protagoniza la obra de teatro que se representa estos días en el Matadero de Madrid, bajo la dirección de Amelia Ochandiano.

El lenguaje de tus ojos o el príncipe travestido, obra del novelista y dramaturgo francés Pierre Marivaux, habla de intrigas y sobornos, de enredos y de amores, pero, por encima de todo, muestra la amistad y fidelidad entre dos mujeres, dos amigas, encaprichadas del mismo hombre. Ochandiano (Madrid, 1959) le tenía ganas a Marivaux desde hace tiempo, desde que vio el montaje que Miguel Narros hizo, allá por los años noventa, con La doble inconstancia. Tras algunos nervios por la sesión fotográfica, a la que se somete con disciplina, la directora, antes actriz y bailarina, y productora se apasiona con Marivaux (1688-1763), un autor injustamente olvidado e incomprendido en España, asegura, y algo eclipsado en su época por el rastro que dejó un genio como Molière (1622-1673). “Marivaux me interesa por el dibujo de los personajes femeninos que retrata en una época en la que o eran jovencitas sumisas al padre, vírgenes y bondadosas, o malas pécoras que solo buscaban el dinero de los hombres. Las mujeres de Marivaux son personas reales que uno puede encontrar en la actualidad, esa amistad, esa pasión, esa fidelidad y honestidad entre dos amigas. Sin negar la grandeza de Molière, creo que Marivaux tiene un componente que se acerca más al inicio de la dramaturgia contemporánea”. En el caso de El lenguaje de tus ojos o el príncipe travestido no solo, aunque principalmente, por el trato que dispensa a las mujeres, independientes y libres, sino también por esos otros personajes como el político Federico —que se cree sus propias mentiras, como bien le dicen en la obra— o ese Arlequín, que a Ochandiano le recuerda a un pícaro de Cervantes, pero también a un parado de larga duración buscándose la vida.

El montaje, con una escenografía luminosa, un pabellón de caza en un espacio laberíntico y palaciego, es una producción de la propia Amelia Ochandiano a través de su productora, la Compañía Teatro de la Danza, que está interpretada por Cristina Castaño, Itziar Atienza, Juanjo Cucalón, Mariola Fuentes, Juan Gea e Iker Lastra. Seis actores. Un lujo para los tiempos que corren. “Ahora, levantar una obra de seis personajes es una locura. El teatro está en una situación delicadísima y como productora me pongo muchos límites a la hora de abordar un texto. No solo las productoras, los propios autores contemporáneos ya escriben obras para pocos actores. Textos como La casa de Bernarda Alba, con 10 actrices, o La gaviota, de Chéjov, otros 10 personajes, son cosa del pasado. Ahora es imposible”.

Ha sido actriz, bailarina, hasta conductora de furgoneta en la productora. Todos saben de la rectitud de Ochandiano, sus exigencias. Ella la primera. “Soy muy exigente, lo sé, pero creo que exijo en la medida que los actores pueden dar. Si uno puede dar 20 le exijo 20, pero el que solo llega hasta 14 me quedo en 14. En muchos momentos pienso que debería aflojar un poco, ser más generosa conmigo misma y los demás. Me lo propongo y a veces lo consigo. Solo a veces”. •

Cuestión de gustos

1.¿En qué obra se quedaría a vivir? Ningún tiempo pasado fue mejor para mí, pero me gustaría entrar en cualquier universo divertido y absurdo, cómico y poético, de Mihura, Nieva o Azcona.

2.¿A qué artista de todos los tiempos invitaría a cenar? Sin duda a Lorca. Y lo haría en una casa con piano para que luego la sobremesa fuera muy larga.

3. ¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida como creadora? El día que entraron los músicos en el Teatro de la Zarzuela en el primer día del ensayo de La Revoltosa con orquesta.

4. ¿Qué encargo no aceptaría jamás? No dirigiría ningún texto que fuera ofensivo para cualquier colectivo.

5. ¿Qué obra de teatro no pudo terminar? Es muy duro salirse del teatro. Del último espectáculo que me salí no lo voy a decir por respeto.

6. ¿Qué hizo el último fin de semana? Ensayar, ensayar y ensayar El lenguaje de tus ojos o el príncipe travestido.

7. ¿Qué está socialmente sobrevalorado? Tener que entender de todo y saber de todo. Me agota que todo el mundo tenga una opinión tan formada de todos los temas que se tratan. Parece que hay que saber de setas, de vinos de Rueda, de sushi…

8. ¿A quién daría el próximo Premio Max? A nadie porque los Max se han desvirtuado mucho y habría que regularlos mejor.

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