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cámara oculta
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

IVA arriba y abajo

Esto es de pura guasa. Con el fin de ganar votos en las próximas elecciones, unos dicen que se va a bajar el IVA cultural, otros lo descartan porque "quizás no ha llegado el momento"... Estamos en plena temporada preelectoral y, como es costumbre, llueven las ofertas de regalos. En la ocasión anterior prometieron que no subirían el IRPF, que no abaratarían el despido, que no recortarían en educación ni en sanidad, que no se rescataría a los bancos ni se bajarían las pensiones... y sabemos en qué quedaron aquellas promesas. Ahora llega el turno a la rebaja de algunos impuestos, incluso a pagar la vacuna que salva de la muerte... No hay que fiarse. En medio de tal batiburrillo le ha tocado el turno a ese IVA tan abusivo que viene castigando a la cultura en España desde 2013. Dos años que han supuesto una bajada considerable de espectadores, el cierre de numerosas empresas y el aumento del paro. Aunque ha habido protestas de todo tipo, el Gobierno ha mirado siempre hacia otro lado.

De ahí que hasta un empresario votante del PP escribiera a Rajoy: "Cuando ustedes sean oposición sólo quedará como una de las marcas de su gobierno el desprecio a la cultura". Quizás la protesta más llamativa fuera la del grupo teatral Primas de riesgo, que decidió vender las entradas para su espectáculo sobre Calderón de la Barca a través de una revista porno, ya que estas sólo están gravadas con un IVA del 4% mientras que una localidad normal de teatro alcanza el 21%. El actor Pepe Viyuela protestó en su día contra "los ministros mostrencos que consideran el cine y el teatro como entretenimiento y no como cultura, lo que no es de extrañar en quien piensa que la educación y la sanidad son posibilidades de negocio antes que derechos fundamentales", y concluía: "Estamos enfadados, cabreados, enojados, airados, hartos...". Ha sido un clamor constante. De ahí que hasta la defensora del pueblo se haya pronunciado afirmando que "la bajada del IVA cultural hace mucha falta". O sea, cabe la posibilidad de que ahora Rajoy lo haga, intentando cerrar las heridas que él mismo abrió. Pero en el camino han sido demasiados los destrozos, algunos irreversible.

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