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La madurez serena de Jackson Browne

Ya no acierta con obras redondas, pero el californiano conserva a los 66 años las señas de identidad que le hicieron grande en su nuevo álbum 'Standing in the Breach'

Es muy probable que Jackson Browne no haya rubricado ninguna entrega verdaderamente trascendental desde que comenzó la década de los ochenta. Por el contrario, sus cinco primeros álbumes le colocan para siempre entre los mejores cantautores que han conocido los tiempos, con Late for the Sky (1974) como obra maestra para la posteridad. Este Standing in the Breach, título número 14 en su discografía de estudio, no varía la tónica: álbum notable y deliciosamente introspectivo, pero no determinante, cuenta como principal ventaja frente a sus predecesores con esa apertura excepcional, ‘The Birds of St. Marks’, que este angelino adoptivo guardó en el cajón durante más de cuatro décadas. Ahora que ha llegado el momento de darle forma definitiva, sabemos que Browne la concibió en 1967 bajo el influjo de The Byrds, mientras trabajaba para Nico, y hasta este 2014 no sintió que “encajara” en ninguno de sus proyectos. Así de insondables son las mentes de los genios creativos.

Estos redivivos ‘Pájaros de San Marcos’ dan paso a varios títulos de corte eminentemente meditabundo, ejemplos de madurez serena de quien, a sus 66 años, va realizando el inevitable recuento de las cicatrices. Puede que ‘Here’, constatación de un quebranto sentimental, sea la más canónica de las nuevas composiciones, un pausado tiempo medio que entronca con las mejores páginas del autor. ‘Walls and Doors’, sorprendente adaptación de un tema del cubano Carlos Varela, es una de esas baladas graves y ralentizadas que pueden recordar al Springsteen más intenso; el de, pongamos por caso, ‘Drove All Night’. Y el muy apreciable tema central entronca con la tradición de títulos más sociales y comprometidos, una constante en Browne desde el ya lejano Lives in the Balance (1986).

Hay algunas piezas que rebajan la nota media, en particular la extrañamente anodina ‘Which Side?’ o la redundante ‘If I Could Be Anywhere’, que incluye una larga coda instrumental del todo innecesaria. Y hay algún recurso tan socorrido como la versión de ‘You Know the Night’, tema de Woody Guthrie al que se otorga un grácil y delicioso ritmo vaquero. Pero el resultado global, como decíamos, es francamente estimulante. Justo después de ser homenajeado con el doble álbum colectivo Looking Into You (donde le cantan Springsteen, Bonnie Raitt, JD Souther, Don Henley, Bruce Hornsby, Ben Harper, Lyle Lovett o Jimmy LaFave), el autor de ‘Take it Easy’ entrega, probablemente, el mejor de sus álbumes menores.

Standing in the Breach está publicado en Inside Recordings / Warner.

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