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Para decir mejor, decir menos

Audaz ensayo de interpretación de la descarnada lírica de César Vallejo, a cargo de Julio Ortega

Javier Rodríguez Marcos

Sostiene Julio Ortega (Perú, 1942) que cuanto más se estudia la poesía de César Vallejo (1892-1938), menos sabemos de ella. Lo dice para calibrar el reto de enfrentarse al “proyecto más radical, riguroso y riesgoso de la poesía moderna en español”, pero su propio libro contradice esas reservas. Fruto de media vida dedicada a una obra que, entre sus cumbres, incluye tanto el poemario “más hermético que se ha escrito en la lengua castellana” (Trilce) como “el libro imposible” de la poesía hispánica, el “mayor producto literario de la Guerra Civil” (España, aparta de mí este cáliz), César Vallejo. La escritura del devenir es un audaz ensayo de interpretación de una lírica descarnada cuyo sentido nunca se conoce del todo. ¿Por qué? Porque no se centra en el “poder evocativo” del lenguaje, sino en su “crítica radical”; porque no busca decir “mejor”, sino decir “menos”.

Moviéndose entre la historia y la teoría, el detalle y el panorama, Julio Ortega analiza la superación por parte de Vallejo —el poeta de mayor influencia transatlántica desde Rubén Darío— de tres discursos fundamentales para la literatura latinoamericana de la primera mitad del siglo XX: el marxismo, el surrealismo y la etnología. Que desborde además corrientes como el modernismo, la vanguardia y la literatura política da una idea de su magnitud. La escritura de Vallejo, demuestra Ortega, nace de la pura tensión, al límite, “con la agudeza y la flexibilidad de un habla a la vez dramática e irónica, tribal y mundana, oral y arcaica, regional y técnica, pronta al neologismo y lo agramatical, remota y actual”.

En su afán totalizador, la evocación teórica de autores como Artaud, Benjamin o Deleuze no impide que La escritura del devenir repase con rigor filológico las circunstancias en que se escribieron y publicaron Los heraldos negros (1918), Trilce (1922) —cuyo primer título fue Cráneos de bronce y cuyas erratas fueron tomadas a veces por audacias de estilo—, Poemas humanos (1938) y España, aparta de mí este cáliz (1939) —impreso en “papel de pobres” (hecho de trapos) en la Abadía de Montserrat durante la guerra—. Uno solo de esos libros habría garantizado a su autor un lugar en la historia de la literatura. Que los cuatro salieran de las mismas entrañas sigue pareciendo un milagro.

César Vallejo. La escritura del devenir. Julio Ortega. Taurus. Madrid, 2014. 304 páginas. 18,50 euros.

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Sobre la firma

Javier Rodríguez Marcos
Es subdirector de Opinión. Fue jefe de sección de 'Babelia', suplemento cultural de EL PAÍS. Antes trabajó en 'ABC'. Licenciado en Filología, es autor de la crónica 'Un torpe en un terremoto' y premio Ojo Crítico de Poesía por el libro 'Frágil'. También comisarió para el Museo Reina Sofía la exposición 'Minimalismos: un signo de los tiempos'.

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