‘Ciutat morta’
Cuando por fin ha podido verse en la televisión catalana el documental Ciutat morta –aunque con 5 minutos censurados por un juez- se ha levantado una avalancha de indignación popular que ha conducido a la reapertura del sumario denominado 4-F, "uno de los casos de corrupción policial, judicial y gubernamental más graves que ha vivido la ciudad de Barcelona en los últimos años", según proclama la propia película, premiada el pasado año en el festival de Málaga como mejor documental pero silenciada hasta ahora en televisión.
En esta sección denunciamos dicho silencio el pasado verano relatando los hechos que cuenta la película: en la noche del 4 de febrero de 2006 la policía barcelonesa disolvió violentamente la fiesta que se estaba organizando en un local okupado, propiedad del Ayuntamiento. Una maceta arrojada desde la azotea hirió gravemente a un policía que no llevaba casco protector, dejándolo parapléjico. De inmediato fueron arrestados unos muchachos que estaban en la calle, tres de ellos sudamericanos. Tras ser torturados por la policía tuvieron que ser atendidos en un hospital. Allí se encontraba casualmente una muchacha que también fue detenida por su “sospechoso” look antisistema. Aunque los peritos aseguraron durante el juicio que era imposible que los chicos hubiesen podido arrojar desde la acera un objeto tan contundente, fueron condenados sin remisión a varios años de cárcel. Ya liberados siguen reclamando justicia. La muchacha no: Patricia Heras se suicidó al salir en un permiso carcelario.
Y decíamos: “Esta obra de Xavier Artigas y Xapo Ortega es tan extraordinaria como sobrecogedora, y debería difundirse por todos los lugares. El rigor y la valentía se dan la mano para un serio trabajo de campo en el que las entrevistas y el material de archivo documentan de forma incuestionable la terrible verdad. Explican sus autores que el documental habla de la mentira, del montaje político y judicial, y de torturas, hechos que al ser enjuiciados, acabaron con el indulto a sus responsables”.
Ciudad muerta sigue exhibiéndose en versión íntegra en festivales y centros sociales, puede verse en Filmin y también en YouTube. Ahora es el turno de otras televisiones de ámbito estatal. No tendrían disculpa si lo siguen ocultando. Estamos ante un suceso insoportable que podría seguir silenciado pero que el cine ha abierto. La primera frase que se lee en la pantalla es de Montesquieu: “No existe peor tiranía que la ejercida a la sombra de la ley con apariencia de justicia”.
