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Londres, nueva chica Almodóvar

El cineasta acude mañana al estreno del musical sobre ‘Mujeres al borde de un ataque...'

Pablo Guimón
Pedro Almodóvar, entre Grace Jones y Elena Anaya, en el estreno de 'La piel que habito' en Londres en 2011.
Pedro Almodóvar, entre Grace Jones y Elena Anaya, en el estreno de 'La piel que habito' en Londres en 2011.dave m. benett (getty)

Lo decía un personaje en la adaptación que realizó en 2007 el dramaturgo Samuel Adamson de Todo sobre mi madre en el Old Vic, templo de las tablas londinenses cuya dirección artística ostenta el actor estadounidense Kevin Spacey. El personaje se refería a unas copias de cuadros de Picasso pero, de alguna manera, la observación era aplicable al reto de trasladar a una cultura como la británica el particularísimo universo de Pedro Almodóvar. “No son falsificaciones”, decía, “son imitaciones”.

No se trata, pues, de reproducir, sino de reinventar. Y quien más claro lo tiene es el propio director español. “Le interesaron los puntos que diferían de su guion y se mostró muy desconfiado de las áreas fieles al filme”, declaró entonces Adamson a EL PAÍS, acerca de su propia incursión en el imaginario almodovariano. Y hoy, ante el estreno en el West End del musical basado en Mujeres al borde de un ataque de nervios, la película que impulsó en 1988 el éxito internacional del cineasta, su empeño es idéntico. “Deben convertirlo en algo diferente”, advertía Almodóvar en una entrevista al Financial Times el pasado fin de semana. “El director, Bartlett Sher, estaba muy preocupado por la fidelidad al original, pero yo le decía una y otra vez que le daba toda la libertad que quisiera”. Mujeres… es el segundo gran proyecto de adaptación al teatro de una película de Almodóvar. La versión ha sido modificada tras su breve paso por Broadway en 2010, y cuenta con nuevas canciones y con la chica almodóvar británica Tamsin Greig. Su estreno oficial mañana lunes en el teatro Playhouse, al que asistirá el director, se ha convertido en uno de los acontecimientos de la cartelera londinense en este arranque de 2015.

El público inglés se rindió al director con ‘Todo sobre mi madre’

En Reino Unido, como en buena parte del mundo, Pedro Almodóvar pertenece a la categoría de cineastas de culto. Lo intuye cualquiera que se pasee por las tiendas de memorabilia de los mercadillos londinenses y vea los pósteres de sus películas entre los de Fellini, Hitchcock, Truffaut, Allen o Tarantino. En las estanterías del director descansan cinco premios Bafta, los Oscar de la academia británica. Y se cuenta entre los selectos cineastas que han sido invitados a pronunciar el llamado discurso David Lean ante la Academia de cine y televisión del país. Apenas dos meses después de dar aquel discurso, en diciembre de 2012 Londres acogió el homenaje, lleno de estrellas del mundo del cine y de las artes, que la Academia de Hollywood rindió al director español.

En Reino Unido su éxito entre el gran público llegó más tarde que en Francia o EE UU, países donde se cimienta la popularidad internacional del cineasta. En ese sentido, desde su productora consideran el británico como un mercado “más emergente” para el conjunto de la obra del director. “El punto de inflexión llegó con Todo sobre mi madre [1999]y, de manera especial, con Hable con ella[2002]”, explica Antonio Molina-Vázquez, director de Spain Now!, el festival anual de cultura española en la capital británica. “Sus primeras películas se veían en circuitos de arte y ensayo, pero desde entonces se exhiben con mucho éxito en el circuito comercial. Además, suele contar con gran apoyo por parte la crítica más influyente, quizá más que en su propio país. Se le considera uno de los grandes. Su obra volvió a colocar a España en la primera fila del cine, después de Carlos Saura”.

En 2012 recibió en la capital británica un homenaje de Hollywood

En Londres, el cine de Almodóvar suele ejercer de prismático para acercarse a la realidad social española. Así, de Los amantes pasajeros, su última película, que no recibió críticas entusiastas en los medios, se destacó su certera metáfora sobre la crisis económica española. Y el propio compromiso político del director, plasmado en su participación en diferentes manifestaciones públicas contra los recortes del Gobierno, ha sido una vía a través de la cual la prensa británica se ha hecho eco de cuestiones como la privatización de la sanidad o el conflicto sobre el IVA aplicado a los productos culturales.

Hablamos de un país difícilmente penetrable para el cine europeo de lengua no inglesa. Su cuota de taquilla en el año 2013 en Reino Unido supuso apenas un 0,6% del total. Cada una de las 108 películas europeas de habla no inglesa que se estrenaron en ese año en suelo británico se exhibió, de media, en 13 salas de Reino Unido e Irlanda; las películas en inglés, en 168. Aún así, Los amantes pasajeros, una de las 12 películas en español que se proyectaron en 2013 en el circuito comercial, fue la tercera que más recaudó (850.000 libras) entre las europeas de habla no inglesa, según datos oficiales.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.

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