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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La magdalena musical de Proust

'Música ligerísima' es un buen ejemplo de cómo los aspectos colaterales de la sociedad —la música popular— definen también el ser y el estar de la ciudadanía

Ángel S. Harguindey

Si algo es indiscutible es que los archivos de TVE son extraordinarios. Acumulan un ingente material audiovisual sobre el país, el paisaje y el paisanaje desde el 28 de octubre de 1956 hasta nuestros días. Es decir, es la memoria visual de los últimos 58 años de esto que llamamos España. Naturalmente, la utilización de los mismos depende del talento y los fines que se proponga el realizador que los utilice. Música ligerísima, en su nueva temporada que arrancó esta semana y que se emite en La 2 de lunes a jueves hasta el 22 de diciembre, es un buen ejemplo de cómo los aspectos colaterales de la sociedad —la música popular— definen también el ser y el estar de la ciudadanía.

Si hay historiadores que consideran que las novelas son un inestimable material para conocer un tiempo y un país determinado, es evidente que los archivos televisivos aportan una serie de documentos imprescindibles para el mismo fin. Comprobar a los encorbatados jóvenes que asistían entusiasmados en 1962 a las matinales del Circo Price con los Mike Ríos, los Pekenikes, Micky y Albert Hammond o Los Diablos Negros en el escenario, es un placer al alcance de los tan mencionados archivos. Que aquellas divertidas sesiones musicales acabaran prohibiéndose por un régimen obtuso y dictatorial entraba en lo previsible.

Ver al Dúo Dinámico vestidos de guardiamarinas en un remake de Botón de ancla, o a Marisol cantando Tic-Tac y bajando del avión con el que viajó a Japón en plan superstar, no deja de ser una especie de magdalena musical de Proust para los que hace tiempo superamos la sesentena. Afortunadamente para los espectadores, Música ligerísima se aleja de la nostalgia para ofrecernos, simplemente, su impagable archivo: los Brincos paseando por Carnaby Street mientras suena El pasaporte, Raphael siendo devorado por las groupies en Londres, Los Bravos y su Los chicos con las chicas..., todo ello entremezclado con flashes de la actualidad política y social más algún dato inquietante, por ejemplo que Easy rider, el filme de Dennis Hopper, tuvo que esperar cinco años para ser estrenado en España por esa especial manía franquista de querer salvarnos el alma a todos los españoles.

El programa no se olvida tampoco de ese otro género musical espléndido que es la copla, tan extraordinariamente analizado y elogiado por Vázquez Montalbán, con breves actuaciones de Marifé de Triana, Antoñita Moreno o nuestros entrañables Sonny and Cher: Juanito Valderrama y Dolores Abril.

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