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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Revolución

Francisco debe de estar convencido de que Cristo fue el primer revolucionario y se ha empeñado en seguir su ejemplo en la farisaica Iglesia

Carlos Boyero

Debe de ser muy dura la fidelidad eterna a los votos de castidad, en vista de las generalizadas urgencias de la carne y los placeres que proporciona pecar contra el sexto mandamiento. Y sospecho que por mucho que se castiguen con el cilicio tantos pastorcillos y pastorcillas de la Iglesia, el pérfido diablo les sigue alborotando con pecadoras erecciones y humedades.

Y puedes comprender algo tan humano que algunos cedan a las tentaciones recurriendo clandestinamente a las mercenarias del sexo, a los chaperos, a ciertas damas que desde el confesionario les narran y se arrepienten de su insaciable libido, al onanismo ocasional o sin tregua. O que se enamoren y sean correspondidos, que descubran que la vida está en otra parte y decidan abandonar el sacerdocio.

Pero la tradición asegura que entre los servidores del Altísimo siempre han abundado los que solo otorgan satisfacción a su cuerpo mediante la violación física y psíquica, el abuso sobre criaturas inocentes y débiles a las que se supone deberían educar, enseñar y proteger. Lo hacían en nombre de la ley del más fuerte, desde el poder absoluto, desde la impunidad transparente o solapada que les proporcionaban los jefes de su gremio. Y jodieron vidas que todavía eran balbuceantes, crearon traumas a perpetuidad, profanaron la inocencia, prolongaron su felonía sobre los niños hasta la vejez, sin temor no ya a ser expulsados del gremio y perder la nómina, sino con la seguridad de que sus atropellos jamás se harían públicos, no pisarían el trullo. Dudo que tampoco les atormentara la condena de ir al infierno por torturar a niños. Lo del cielo y el infierno, el premio y el castigo, sirve para alimentar la fe de sus feligreses, la base de su ancestral negocio, pero esos cínicos violadores estarán convencidos de que todo empieza y acaba aquí en la tierra.

Por ello, sigo flipando con las palabras y la actitud del tal Francisco, alguien que debe de estar convencido de que Cristo fue el primer revolucionario y se ha empeñado en seguir su ejemplo en la farisaica Iglesia. A lo peor, también termina crucificado. El sobresalto que este Papa infiel está creando en la Iglesia de toda la vida debe de despertar odio. Y temblores a la pedofilia curil.

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