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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Nada nuevo bajo el sol

'Sinvergüenzas', el programa que el martes estrenó Neox, es un programa de ja,ja,je,je, uno más en unas televisiones que alternan el melodrama con la comedieta

Ángel S. Harguindey

Lo cierto es que un programa que se llama Sinvergüenzas (RAE: 1. Pícaro, bribón. 2. Dicho de una persona: Que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades) tiene varias ventajas y algún inconveniente. ¿Las ventajas?: que sirve para cualquier hora de la parrilla, desde los talk-show matinales, a las tertulias políticas, una subsección de los informativos, comandos de actualidad, informes económicos, dossiers eclesiásticos e incluso rutas turísticas oportunistas. ¿Desventajas?: que abarca tantas posibilidades que, casi, resulta asignificativo.

Pues no. Sinvergüenzas, el programa que el martes estrenó Neox a las 23.30 horas (los designios de los programadores y sus horarios son inescrutables) es un programa de ja,ja,je,je, uno más, en unas televisiones que alternan el melodrama con la comedieta, como la vida misma. "Veremos a Santi Millán y Javi Sancho capitanear al grupo de gamberros y sinvergüenzas más grande que te puedas imaginar", señalaba la muy escasa autopromoción.

Está claro que nos podemos imaginar grupos de sinvergüenzas mucho más grandes que cuatro jóvenes bribones haciendo el bobo por las calles de Barcelona: sólo hace falta hojear cualquier diario o escuchar una emisora al azar para que la imaginación se convierta en constatación. El polifacético Santi Millán (lo mismo vale para un chiringuito en la playa que para una maratón ciclista) es el mayor reclamo en busca de la ansiada audiencia. Él y su ayudante reclutarán a tres o cuatro jóvenes para que provoquen moderadamente situaciones hipotéticamente graciosas entre la ciudadanía: guías disparatados de la Sagrada Familia, encuestadores callejeros o clases de cocina cariñosa. Para ello utilizarán la polémica cámara oculta y los habituales pinganillos. Los conductores del programa les irán transmitiendo a los provocadores lo que tienen que decir en cada momento. ¿Lo peor?: que son precisamente Santi Millán y su ayudante los que más se ríen de sus propias ocurrencias. Son como esos individuos que casi no pueden acabar de contar el chiste porque se mueren de risa.

Llegados a este punto conviene utilizar Wikipedia: "Los mayores gamberros es un programa de televisión de sketches grabados con cámara oculta, protagonizado por un grupo de ancianos cuyo objetivo es incomodar a los jóvenes con un comportamiento que nadie espera en alguien de su edad. El formato, que es la adaptación española del programa belga Benidorm Bastards, se estrenó en Antena 3 el 13 de septiembre de 2013". Nada nuevo bajo el sol con el añadido de que Benidorms Bastards es un título mucho mejor que Sinvergüenzas.

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