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El cuerpo como forma

'Impostura' es una gran ocasión para disfrutar del trabajo de la artista Ana Laura Aláez

'Perseverancia', 2014, de Ana Laura Aláez.
'Perseverancia', 2014, de Ana Laura Aláez.

Impostura es la primera exposición individual que Ana Laura Aláez presenta en la galería Moisés Pérez de Albéniz. El título tiene que ver con lo que la artista comenta a Zoe Bray en una entrevista realizada en el número 34 de la revista Paradoxa. International Feminist Art Journal donde explica cómo en los años ochenta –en su incipiente trayectoria artística– y en su propio contexto social en el País Vasco se la consideraba una impostora porque no reflejaba la realidad que en ese momento se imponía. Desde entonces, ese engaño con apariencia de verdad, la impostura, se convirtió en arte, explorando distintas maneras de representarse como lenguaje.

La exposición, compuesta por diferentes piezas escultóricas, una fotografía y una serie de siete xilografías, es toda una declaración de principios basada en la reconstrucción de la imagen y en el cuerpo como forma.

'Trayectoria', 2014.
'Trayectoria', 2014.

Sin duda Ana Laura Aláez es una de las artistas que más ha hablado con rotundidad y sin cortapisas, a través de su trabajo, de la situación de la mujer artista teniendo muy presente a algunas de las más destacadas de la historia del arte, entre ellas, Eva Hesse, Maruja Mallo, Ana Mendieta, Francesca Woodman, Louise Bourgeois, Martha Graham o Kiki Smith. Por esto detengámonos en la bellísima y sensual pieza escultórica Perseverancia, instalada en el imponente hueco de la escalera del espacio galerístico, dos botas de caña alta de las que surgen dos altísimas piernas con medias de rejilla roja y que remiten a Mujeres sobre zapatos de plataformas que la artista realizó en 1993. O en el magnífico conjunto Trayectoria (Like Gold and Faceted), basada en los principios clásicos de la escultura, una instalación compuesta por cuatro piezas colgantes de las que penden, por medio de una polea industrial, planchas de aluminio perfectamente pulidas y brillantes apoyadas en una barra, y donde el equilibrio de las líneas parece velar la fragilidad a la que estamos sometidos. Esta obra está inspirada en el trabajo S.O.S Starificacion Objects Series que Hannah Wilke realizó entre 1974-1982, vaginas construidas con chicle que la artista norteamericana se colocaba en distintas partes del cuerpo. Así, la supuesta ligereza de estas piezas volátiles se contrapone al peso del material como metáfora de la apariencia, o a esa contrastada luminosidad del acabado con el color apagado de la cadena envejecida, que aquí parece remitir a los genitales femeninos.

Es esta una de las mejores ocasiones para disfrutar del trabajo de esta multidisciplinar artista que aquí viene acompañada de grandes referentes impostores: “Por qué no admitir que hay personas que influyen en la vida de otras. No importa si están equivocadas. Son nombres que se repiten en tu vida una y otra vez. Nombres anónimos y nombres reconocidos. Quizás es aquí, en un mundo hecho con la huella de la vida de otras personas, donde cobra todo un sentido”.

Ana Laura Aláez. Impostura. Hasta el 8 de noviembre. Galería Moisés Pérez de Albeniz. Doctor Fourquet, 20. Madrid

 

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