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¿Y quién no participa?

Un 5% de las pantallas españolas no se suma a la Fiesta del Cine

Los cines Verdi en el barrio barcelonés de Gràcia, una de las salas que no participa en la Fiesta del Cine.
Los cines Verdi en el barrio barcelonés de Gràcia, una de las salas que no participa en la Fiesta del Cine.

Como las matemáticas no suelen mentir, un 95% de pantallas adheridas a la Fiesta del Cine conlleva un 5% que no participa. El cine Paz de Madrid, que no está en la Federación de Cines de España (FECE), apuesta estos días por un precio de cuatro euros. “Nosotros somos un pequeño cine y FECE ha defendido siempre los intereses de los grandes circuitos”, resume el gerente, Mariano Góngora.

En anteriores ediciones el cine Paz llegó a mantener precios habituales ante la Fiesta. Pero ahora “la promoción es más agresiva” y se han visto “obligados” a abaratar su oferta. Aun así, y con los cines Proyecciones, que sí están en la fiesta, justo enfrente, el lunes se veía gente que acudía a la taquilla del Paz con su acreditación y se iba tras descubrir que allí no valía. También los había, eso sí, que se quedaban y veían el vaso medio lleno. “Igual tengo la sala toda para mí”, sonreía un espectador.

Góngora reconoce la “pena” de perder a clientes potenciales, pero valora así la Fiesta del Cine: “De cara al espectador me parece genial. De cara al empresario, es difícil mantener un negocio a ese precio”. El gerente cree que 2,90 euros es una cantidad “demasiado baja” y que quizás pudiera valer si le permitiera llenar todas las sesiones y no solo la de las siete. Tras aclarar que su sala tiene necesidades particulares —público mayor, muchos acomodadores y cine de autor—, el gerente ofrece una respuesta reveladora. Preguntado por si considera incluso dañina la Fiesta al transmitir el mensaje de que una entrada debería valer 2,90 euros, suelta: “Es así”.

Otro exhibidor, que sí hace la rebaja, también teme esa mala interpretación. “El cine nunca podrá costar eso, con la electricidad más cara de Europa y maniatados como estamos por los enormes porcentajes que nos piden de cada entrada las majors [los distribuidores de Hollywood]”.

Enrique Pérez, dueño de los Verdi, con 14 pantallas entre Madrid y Barcelona, tampoco pertenece a la Federación de Cines, tras años trabajando en ella; se salió tras sentirse ninguneado en un conflicto jurídico. Celebra su propia Fiesta del Verdi a 3 euros y explica su oposición a la iniciativa: "Estamos matando el mercado. Es imposible sacar beneficios a 2,90 y las ganancias están en el ambigú, en la venta de maíz y de jarabe de cola. Luego la gente se queja de los precios cuando lo caro son los añadidos; los comestibles son de donde sacan beneficios las grandes multisalas. La luz-la más cara de la UE-, el porcentaje de las entradas que se quedan las distribuidoras de las entradas -el mayor de Europa-... En Francia una vez al año se reúne todo el sector y logran acuerdos. Aquí estamos en caída libre y estas promociones -a las que me uno con mi propia iniciativa obligado por las circunstancias- no sirven más que como ruido mediático".

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