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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

“Con un par”

Nombres propios se pasean por los canales, nuevos y viejos, reiterando sus presencias y sus argumentos en cada una de las cadenas

Juan Cruz
Francisco Marhuenda
Francisco Marhuenda

No sé qué diría usted si pone el telediario de Ana Blanco y ve que lo presentan Andreu y Berto. Trato de imaginar igualmente la sorpresa que sufriríamos si a Pedro Piqueras lo suplanta (de vez en cuando, no siempre) El Gran Wyoming. Igualmente daría qué pensar que las mañanas que presenta María Casado estuviera llena a veces de los compañeros que tiene Mamen Mendizábal en las tardes de laSexta. Y así sucesivamente.

Pues eso que no pasa, y que no pasaría en los informativos, ocurre en otra banda de las teles españolas, la que se dedica al ramo de las tertulias. Nombres propios se pasean por los canales, nuevos y viejos, reiterando sus presencias y sus argumentos en cada una de las cadenas. Abres la tele por la mañana, y ahí están los que anoche estuvieron en otra. Pones la radio y de nuevo saltan esos nombres propios. Regresas por la tarde a casa y los oyes de nuevo, o los ves, en canales en los que no habían estado por las mañanas. Está, además, el caso de Marhuenda, cuyo don de la ubicuidad argumentativa está ya en las enciclopedias.

Si ese ejercicio de asombrarse con la reiteración de los nombres propios lo hiciera un inglés que nunca vio aquí las televisiones se asombraría aún más, pues en sus televisiones (y no sólo en la pública) los periodistas cuentan informaciones (o lo que saben), mientras que las opiniones y los argumentos los ponen personas (y personalidades) que han tenido o tienen a su cargo la obligación de investigar (en la política, en la economía o en las guerras) o son expertos en las sucesivas materias que están en el candelabro.

Lo que pasa entre nosotros es mareante, debo decirlo; lo que me pregunto es por qué las cadenas no han puesto coto, al menos, a las reiteraciones que permiten que estén los mismos en todas las cadenas del espectro. El jueves por la noche fui cambiando para verlos y en efecto ahí los encontré, diciendo sus argumentos sobre las noticias del día, los de la mañana y los de la tarde de nuevo por la noche. En una de estas uno clavó una flecha contra Miguel Blesa y dijo que este había llevado a cabo sus fechorías “con un par”. Me levanté ayer con la intención de verlo en otra cadena para comprobar si había avanzado algo en su argumento.

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