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Dinamismo y tensión

En las pinturas de Joaquim Chancho se ve su esfuerzo por extraer lo máximo del medio

Obra de la serie 'Monet', de Joaquim Chancho.
Obra de la serie 'Monet', de Joaquim Chancho.

En muy pocas ocasiones, el visitante de un centro de arte tiene la oportunidad de contemplar de manera tan asequible la obra de un pintor educado y serio (terribles palabras), voluntarioso, preciso y de gran abertura imaginativa como es Joaquim Chancho (Tarragona, 1943). Se trata de un conjunto de murales sobre papel que demuestran su oficio con la escala, pinturas adaptadas a los diecisiete ámbitos del Centro Tecla Sala que funcionan como un paisaje de horizontes dislocados en donde la línea modula y salpica contenidamente el color. No es una línea heroica, pero se mueve exquisitamente en el reconocimiento escénico. En estos trabajos, dibujo y pintura son lo mismo; ambas están en el lugar de lo ocurrido, la experiencia.

Chancho ve en las estructuras geométricas sistemas vivos y capaces de evolucionar. Así fue desde finales de los setenta, cuando con un grupo de artistas comprometidos con el cálculo y las matemáticas -Soledad Sevilla, Gerardo Delgado, Carlos León y Jordi Teixidor- rescató la pintura del choque entre expresión y minimalismo. Eligió la línea y su baile en los espacios: diagonales, tramas y módulos que se entrecruzan, se abren y se cierran, giran, se expanden, se encadenan, se desplazan y se superponen. La música y la escritura al servicio del color. Un dinamismo y una tensión incesantes que se expanden por el espacio. Es la característica de su estilo, una muestra de control nada habitual en la pintura actual.

Las obras que ahora se exhiben han sido realizadas durante los últimos cinco años e inciden más que en la forma, en cómo ésta se genera. Son homenajes a las vírgenes de Duccio di Buoninsegna, los nenúfares de Monet, la música callada de Frederic Mompou, las notas azules de Thelonious Monk, John Coltrane y Miles Davis, la combinatoria de Tom Johnson y el silencio y la página en blanco de John Cage. Pero también hay encuentros inesperados en un viejo almacén de Shangai o frente a una mesa de billar. Quien sepa reconocerlos en estas pinturas huidizas habrá visto el manifiesto íntimo de un artista en su esfuerzo por extraer tanto de un medio.

Dibuja una línea y síguela. Joaquim Chancho. Centro de Arte Tecla Sala. L'Hospitalet. Hasta el 14 de diciembre.

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